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Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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Durante estos días hemos sido testigos de cómo millones de personas se sumaban al reto viral a través de Facebook e Instagram, mostrando de forma pública su ‘antes’ y ‘después’. Sin embargo, son muchos los que cuestionan lo que podría esconderse detrás de este challenge, aparentemente inocente: un algoritmo de reconocimiento facial.
Estas voces críticas alertan de que los participantes estarían creando información clave para las grandes compañías que han uso de nuestros perfiles para sus estrategias de campaña. Al publicar ambas fotografías, estarían ayudando a crear un patrón capaz de analizar cómo lo hemos envejecido y cómo lo haremos en un futuro.
Concretamente, la experta en tecnología Kate O’Neill lo ha denunciado en Twitter, haciendo saltar todas las alarmas. «Yo, hace 10 años: habría participado en Instagram y Facebook en el meme. Yo, ahora: pienso en cómo toda esta información podría ser usada para entrenar los algoritmos de reconocimiento facial».
Si bien aún no existen pruebas de que las grandes industrias tecnológicas estén detrás del reto, la teoría sigue sumando adeptos de usuarios que desconfían y prefieren prevenir las consecuencias ante la posibilidad de que el meme esconda una verdad más grande y seria.
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