«A veces nos piden en un año lo que otros no consiguieron en treinta»
Noemí Santana. Consejera de Derechos Sociales ·
Firmó en 2019 el Pacto de las Flores y entró en el Gobierno. Asegura que las bases de aquel documento son aún válidasFRANCISCO SUÁREZ ÁLAMO
Las Palmas de Gran Canaria.
Domingo, 26 de julio 2020, 01:00
-Con todo lo que ha pasado y en especial con la pandemia, ¿qué queda de aquel Pacto de las Flores de hace un año y un mes? ¿Las prioridades son las mismas o se han marchitado esas flores?
-Las prioridades son las mismas que hace un año pero sí que tenemos dificultades añadidas por las circunstancias de la emergencia sanitaria. La Comunidad Autónoma va a tener menos ingresos y estamos buscando alternativas para no disminuir los presupuestos, pero es evidente que esta situación sobrevenida nos dificulta la hoja de ruta. Pero se mantiene la apuesta por los servicios públicos, sobre los pilares de sanidad, educación y derechos sociales. La esencia del pacto sigue viva pero a veces puedes llegar a un mismo destino por distintas rutas, y hemos tenido que cambiar la ruta.
-¿Eso quiere decir que este sigue siendo un pacto de izquierdas, con objetivos de izquierdas pero que igual tiene que transitar por caminos más a la derecha?
-No, no quiere decir eso. Solo que a lo mejor algunas de las cosas que nos habíamos pensado para un periodo inmediato, como repensar el modelo fiscal autonómico o implantar una ecotasa, pues son medidas sobre las que hemos hecho una reflexión adicional por la situación actual. Pero no son renuncias; solo que no es el momento.
-Una de las banderas de su partido en la pasada legislatura fue la renta ciudadana, ya recogida en el Estatuto. Ahora, con esta crisis, nadie la discute pero ha surgido el ingreso mínimo por parte del Estado. ¿Qué pasará finalmente con aquella renta?
-La renta de ciudadanía canaria es uno de los objetivos que nos marcamos y estamos trabajando en ella. Teníamos un trabajo muy avanzado para su entrada en vigor, pensando que el ingreso mínimo estatal tardaría más en llegar. Todo cambió con la pandemia y en este sentido creo que con muy buen criterio se adelantó el ingreso mínimo vital. Eso nos llevó a replantearnos la renta, porque el ingreso es una medida muy potente, que en Canarias llegará a unas 50.000 familias. Ahora nuestra apuesta es poner en marcha la renta y complementar el ingreso, llegando a perfiles que no cumple la renta de ciudadanía, como los jóvenes tutelados, las personas con asilo, jóvenes que quieren acceder a educación superior y la familia no tiene recursos, etcétera.
Las frases
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Gobierno. «A Torres lo investimos para que tomara el mando. Con un mapa que le dice cómo llegar»
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Clavijo. «¿Alguien que se dice nacionalista quiere liderar el partido desde Madrid?»
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Violencia machista. «La primera labor, y ahí se debe avanzar, es pedagógica para erradicar esas conductas»
-¿Pero esta autonomía tiene espaldas financieras para estas ayudas de forma sostenida en el tiempo?
-Ese ingreso mínimo para 50.000 familias lo cubre el Estado y ahora lo gestiona directamente, porque se nos da la posibilidad de gestionarlo directamente, y somos partidario de ello. Lo que haríamos es implementar esa ayuda, que es algo que ahora se puede decir que hacemos con la prestación de inserción, que se irá extinguiendo para convertirse en esa renta canaria de ciudadanía.
-Todo esto que está planteando que se hará no es vender algo de humo. Lo digo porque todavía quedan expedientes de dependencia que desatascar. ¿Tenemos una administración con capacidad para digerir todo esto?
-Sí la tenemos y no hay que olvidar que es un derecho. Por eso también le cambiamos el nombre a la consejería, porque esto no es un tema de beneficencia; son derechos de las personas. Lo mismo con la dependencia que con la renta de ciudadanía, y estamos obligados a garantizar que se cumplen. En dependencia ya hemos mejorado los datos, y así lo ha señalado ya el Imserso. Hemos sacado adelante muchísimos de los expedientes que estaban pendientes: los de la etapa de Inés Rojas y los de la etapa de Patricia Hernández; ahora estamos con los de la etapa de Cristina Valido. Llevamos un año y milagros podemos intentar hacerlos, pero caminar sobre las aguas, no. Estamos haciendo avances importantísimos y esperamos ser juzgados cuando acabe la legislatura porque a veces nos piden en un año lo que no consiguieron otros en 30 años. Y es verdad que faltaban recursos humanos en algunas áreas pero también es importante echar mano de ideas nuevas en la gestión pública, porque eso ayuda. En esa línea hemos ido a ver cómo trabajaban en otras comunidades, como Baleares o Valencia, que mejoraban en la gestión de la dependencia para ver qué métodos podíamos aplicar aquí.
-Dice que esperan ser juzgados cuando pasen cuatro años pero le recuerdo que la legislatura puede acabar antes si el presidente así lo decide. ¿Cómo va la salud de este pacto?
-Tenemos buena relación las cuatro fuerzas. La próxima semana tendremos un encuentro para abordar los retos por delante y las posibles diferencias. Cuando hay diferencias, hay que salvaguardarlas e intentar llegar a consensos y eso es lo que está dando salud a este pacto. Al menos por nuestra parte siempre nos hemos entregado mucho a que las cosas salieran bien; hemos dado estabilidad al pacto.
-Esa no beligerancia de Sí Podemos ¿hasta qué punto obedece a que ustedes han descubierto que eso de tener sueldo público, coche oficial y despacho es muy cómodo?
-No. Hemos descubierto que estar en el poder te permite realizar aquellas propuestas que teníamos en la oposición; muchas veces con dificultades porque la administración es como es. Pero son objetivos realizables y ahí está el ingreso mínimo de emergencia o los ERTE a nivel estatal, porque antes ese dinero iba a la banca. No estamos en el Gobierno para que le vayan bien a Podemos o nos vaya bien a nosotros sino porque creemos que cuando estamos en el Gobierno le va mejor a la gente. Si en algún momento volviésemos a estar fuera, haríamos de nuevo nuestra labor de fiscalización y control. Creo que la alternativa a que estemos en el Gobierno es peor para todos. Ahí estaban los líderes después de 30 años de Coalición: líderes en pobreza y en paro, y yo no quiero ese modelo.
-¿Quién manda en este pacto: Torres, Rodríguez, Curbelo? ¿O usted?
-Manda el Pacto de las Flores. Manda el acuerdo que firmamos las cuatro fuerzas.
-¿Y en el Gobierno quién manda?
-Manda el presidente, que es la cara visible, porque para eso lo investimos, para que fuera la cara visible y para que tomara el timón del barco. Ahora, bien ese capitán tiene un mapa que le dice cómo llegar al destino.
-¿Cómo se le queda la cara a los cargos públicos y orgánicos de Podemos cuando entra en el Gobierno, como viceconsejera de Turismo, alguien que dijo que nunca gobernaría con Podemos?
-Eso es lo que nos sorprendió pero creo que la contradicción la tiene esa persona. Podemos no ha hecho nunca declaraciones de ese tipo. Recordemos que gracias a Podemos fue posible el pacto en Santa Cruz de Tenerife que desgraciadamente ha terminado con una moción de censura, y gracias a Podemos hay un gobierno del PSOE con Ciudadanos en el Cabildo de Tenerife, y Podemos está desde fuera. Pero jamás hemos dicho que no gobernaremos con la fuerza naranja, a pesar de que tenemos muchas diferencias, pero entendemos que en esos casos era la mejor alternativa.
-Acaba de mencionar la censura en Santa Cruz. ¿Ve a CC en una estrategia de recuperación de poder de la mano del PP y de un sector de Cs? ¿Ve venir una moción de censura regional?
-Coalición tiene ansias de poder. Hay mucha gente que entiende que es como una agencia de colocación de empleo, como si hubiesen sacado una suerte de oposición por tener el carnet de CC, y ahora, al quedarse en el desempleo, se buscan la vida. Bajo todas las circunstancias van a intentar que las censuras prosperen: en los ayuntamientos, en los cabildos y en el Gobierno. Pero en el Gobierno no se da la suma; para ello algún socio del pacto actual tendría que traicionar al pacto y creo que eso la sociedad canaria no lo perdonaría. Sería una traición no solo al Gobierno de progreso, sino a la ciudadanía, que votó claramente por una mayoría de progreso.
-En la oposición hubo una especial beligerancia entre usted y Fernando Clavijo, o viceversa. ¿Cómo valora la puesta en escena de Clavijo tras el archivo del caso Grúas y verlo aspirando claramente al liderazgo de CC?
-Sí, se archivó el caso Grúas pero está el caso Reparos: no sale de una para meterse en otra... Respecto al liderazgo del partido, nunca se le quitó esa idea de la cabeza. Incluso la tenía cuando estaba aforado. Y hay que recordar que si se fue al Senado fue para aforarse, porque en Canarias, afortunadamente, conseguimos que los representantes públicos no estén, no estemos, aforados. Y Fernando Clavijo está aforado porque quiso irse al Senado: ¿alguien que se dice nacionalista quiere liderar el partido desde Madrid? Me parece una gran incoherencia.
- Esta semana nos hemos encontrado de nuevo con casos de violencia machista, con el final más trágico. ¿Que está fallando? ¿Qué más se puede hacer?
- Al margen de actuar directamente cuando se produce un episodio de violencia, hay muchos pasos que se pueden dar y que se están dando. Quizás la primera labor, y ahí se debe avanzar mucho, es pedagógica para quitar ese tipo de pensamientos de la sociedad y erradicar así esas conductas. Estamos trabajando en una estrategia de transición igualitaria y trabajamos también en el pacto estatal contra la violencia machista, un campo este último en el que el anterior Ejecutivo hizo total dejación. En el año pasado se perdieron seis millones de euros en el marco del pacto estatal contra la violencia machista, y no será porque no hay necesidades en Canarias, porque desgraciadamente somos una de las autonomías con mayor incidencia.
-Una última cuestión: ¿por qué le cuesta a su partido tanto llevarse bien con los medios de comunicación?
- Creo que eso habría que preguntárselo a los medios. No tenemos ningún problema con los periodistas en sí, y muchos nos trasladan sus simpatías, pero hay medios a los que igual no caemos bien. Y detrás de esas líneas editoriales hay intereses empresariales que a lo mejor están viendo mermados por Podemos, o que los ven peligrar. Eso es lo que puede despertar antipatía hacia Podemos.
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