El triatleta al que el Ironman le cambió la vida
Arturo visitó ayer a los sanitarios que le atendieron en su grave accidente
Lourdes Bermejo y Arrecife
Jueves, 24 de mayo 2018, 10:29
Lourdes Bermejo / Arrecife
Como tantas otras personas que visitan Lanzarote, el triatleta Arturo González, del club de natación Gigantes de Castilla La Mancha, asegura sentir la mítica «energía que desprende la isla», aunque en su caso, esta percepción está más que justificada, ya que un grave accidente sufrido en el Ironman de 2016 le cambió la vida. «He vuelto este año para compartir en la prueba y, aunque no aspiro a conseguir plaza en el Mundial, sí espero hacer un buen papel», dice el atleta que pasó varios meses entre operaciones y convalecencia, tras caerse de la bici entrenando en el tramo de Yaiza a Playa Blanca.
«No tengo más que palabras de agradecimiento para el equipo médico y sanitario de Lanzarote. Me operaron de urgencia en el Molina Orosa y reconstruyeron mi cara, que había quedado completamente desfigurada a consecuencia de un grave traumatismo craneoencefálico», explica. De hecho, los médicos le indicaron que por tres milímetros no había quedado tetraplégico.
La otra parte de la historia fue su encuentro con su actual pareja, la azafata de vuelo que le atendió en el embarque de vuelta a casa, «en una situación muy incómoda porque había retraso en la entrada a la aeronave y yo estaba orinándome por la medicación», dice. Aquella vivencia cotidiana quedó en la memoria de ambos, que casualmente se encontraron meses después y no volvieron a separarse. Todas estas razones llevaron a Arturo a visitar, ayer, en su vuelta a la isla para competir en el Ironan, a quienes le atendieron durante su percance, empezando por el personal del servicio de ambulancias, que ayer se manifestaba en Urgencias, como cada miércoles.
«Soy técnico conductor de una UVI móvil y me hizo mucha ilusión reencontrarme con la conductora del vehículo que me evacuó», dice, asegurando que él mismo está en juicios con su empresa por las mismas razones que la plantilla de Lanzarote. «Como aquí, allí somos pocos los que damos un paso adelante», dice, mostrando «todo mi apoyo» a las reivindicaciones.
Como tantas otras personas que visitan Lanzarote, el triatleta Arturo González, del club de natación Gigantes de Castilla la Mancha asegura sentir la mítica «energía que desprende la isla», aunque en su caso, esta percepción está más que justificada, ya que un grave accidente sufrido en el Ironman de 2016 le cambió la vida.
«He vuelto este año para compartir en la prueba y, aunque no aspiro a conseguir plaza en el Mundial, sí espero hacer un buen papel», dice el atleta que pasó varios meses entre operaciones y convalecencia, tras caerse de la bici entrenando en el tramo de Yaiza a Playa Blanca.
«No tengo más que palabras de agradecimiento para el equipo médico y sanitario de Lanzarote. Me operaron de urgencia en el Molina Orosa y reconstruyeron mi cara, que había quedado completamente desfigurada a consecuencia de un grave traumatismo craneoencefálico», explica. De hecho, los médicos le indicaron que por tres milímetros no había quedado tetraplégico.
La otra parte de la historia fue su encuentro con su actual pareja, la azafata de vuelo que le atendió en el embarque de vuelta a casa, «en una situación muy incómoda porque había retraso en la entrada a la aeronave y yo estaba orinándome por la medicación», dice. Aquella vivencia cotidiana quedó en la memoria de ambos, que casualmente se encontraron meses después y no volvieron a separarse. Todas estas razones llevaron a Arturo a visitar, ayer, en su vuelta a la isla para competir en el Ironan, a quienes le atendieron durante su percance, empezando por el personal del servicio de ambulancias, que ayer se manifestaba en Urgencias, como cada miércoles.
«Soy técnico conductor de una UVI móvil y me hizo mucha ilusión reencontrarme con la conductora del vehículo que me evacuó», dice, asegurando que él mismo está en juicios con su empresa por las mismas razones que la plantilla de Lanzarote. «Como aquí, allí somos pocos los que damos un paso adelante», dice, mostrando «todo mi apoyo» a las reivindicaciones.
