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Campo hollado por bombas volcánicas con la columna de gases y piroclastos de fondo. CARLOS LORENZO/IGME-CSIC

84 días y perdiendo fuerza: la erupción ya es la más larga de la historia de la isla

El volcán está emitiendo menos lava por solo una boca, pero expulsa mucha ceniza y gases. Los sismos siguen a la baja y ayer se registraron 20 temblores

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 10 de diciembre 2021

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Pocos se podían imaginar el pasado 19 de septiembre, cuando la tierra se abrió en Cabeza de Vaca, que el volcán de Cumbre Vieja se convertiría en el más virulento y duradero de los volcanes históricos de La Palma, que ya ha cubierto 1.184 hectáreas sepultando hasta ahora 1.304 viviendas.

Este sábado, la erupción cumple 84 días e iguala en duración a la más larga de las ocurridas en los últimos 500 años en la isla; la del Tehuya, ocurrida entre el 19 de mayo y el 10 de agosto de 1585, muy cerca de la actual erupción. «Junto a una fuentecilla, en un llano, fue creciendo la tierra visiblemente en forma de volcán, y se levantó en gran altura, como una gran montaña, y habiendo precedido muchos terremotos y temblores de tierra, vino a abrir una boca grande, echando por ella fuego espantoso y peñascos encendidos», relataba en un manuscrito Fray Alonso de Espinosa, testigo de la erupción ocurrida en Jedey, que cubrió de lava desde Las Manchas a Puerto Naos. En total, las coladas del Tehuya cubrieron unas 338 hectáreas, según los datos de la experta en volcanismo histórico de Canarias y profesora de Geografía Física de la Universidad de La Laguna, Carmen Romero. «El de 1585 fue un volcán que, si no más, fue igual de enérgico que este, con una actividad explosiva muy importante y una nube de ceniza que llegó a El Hierro, La Gomera y Tenerife», dice Romero.

También el de Cumbre Vieja, en los primeros días de octubre, se convirtió en el que más superficie ha arrasado, por encima del de El Charco, que hasta ahora era el volcán histórico que más terreno había ocupado: alrededor de 441 hectáreas de los núcleos de Jedey, El Charco, Las Manchas, Puerto Naos y El Remo, en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Fuencaliente.

No obstante, pese a que esta erupción supera los parámetros de los seis volcanes históricos de La Palma -Tehuya (1585), Tigalate (1646), El Charco (1712), San Antonio (1677-1678), San Juan (1949) y Teneguía (1924)- sí que comparte semejanzas con otros ocurridos en la isla hace entre 10.000 y 20.000 años. «Lo que tenemos es un compendio de los procesos que han caracterizado el volcanismo monogenético basáltico de Canarias», afirma Romero quien confía en que el exhaustivo monitoreo del volcán de Cumbre Vieja ayude a conocer mejor las erupciones pasadas y las futuras.

En cuanto a la evolución de la erupción, ayer el volcán palmero presentó constantes vitales algo más débiles. La emisión de lava se concentró en una sola boca, situada al oeste del cono principal, que discurre sobre coladas anteriores por tubos lávicos hasta derramarse sobre la isla baja de Las Hoyas.

Además, los otros centros de emisión del cráter principal «se encuentran muy poco activos» y expulsan esporádicamente cenizas y, sobre todo, gases, según explicó ayer la portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias, María José Blanco.

Precisamente son los gases los que están provocando los principales problemas en la emergencia, impidiendo a los vecinos y trabajadores el acceso a la zona de exclusión para limpiar ceniza, atender los cultivos o retirar enseres, según indicó el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende. No obstante, la concentración de partículas menores de diez micras y de dióxido de azufre mantuvo la calidad del aire en niveles buenos o razonablemente buenos en toda la isla.

La columna eruptiva sigue perdiendo altura y ayer midió 1.200 metros, alrededor de 500 menos que el jueves.

Por otra parte, el tremor -las vibraciones producidas por la erupción- se mantiene en valores bajos, al igual que la sismicidad. De hecho, ayer hasta las 20.00 horas, se habían producido alrededor de 20 temblores asociados a la erupción.

metros fue la altura alcanzada ayer por la columna eruptiva, 500 metros menos que el jueves. El tamaño del penacho volcánico es un indicador de la energía del proceso eruptivo y llegó a superar los 5.000 metros.

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