Urbanismo confía en tener este verano el proyecto de demolición del centro comercial Metro
La comunidad de dueños de los locales convocará una junta general | No tiene información oficial del tapiado de los negocios aún abiertos
La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana confía en que este verano pueda contar ya con el proyecto de derribo del centro comercial Metro, en su mayor parte abandonado y en ruinas desde hace años en pleno corazón de Playa del Inglés. En todo caso, el consistorio depende de la comunidad de propietarios de los locales del complejo, que es la que, en primera instancia, deberá presentar la propuesta toda vez que ya se ha declarado firme el expediente municipal de declaración de ruina del inmueble.
El gobierno local de PP-AV y CC asegura que tanto la comunidad, a título colectivo, como los distintos propietarios individuales han recibido notificación oficial de la desestimación de los recursos que interpusieron contra ese expediente de declaración de ruina, por lo que a efectos legales ya está corriendo el tiempo del plazo de dos meses que les ha dado el Ayuntamiento para que presenten el proyecto de derribo.
De no hacerlo en ese periodo, la administración local asumiría el coste y la ejecución de la demolición de forma subsidiaria y luego les pasaría la factura. En el mandato anterior el gobierno local llegó a hacer una reserva presupuestaria de 500.000 euros para afrontar ese hipotético gasto, pero el ejecutivo actual elude concretar la cuantía de los trabajos. El coste lo definirá el proyecto.
Sin embargo, Miguel Ángel Rodríguez, actual presidente de la comunidad de propietarios, aseguró este lunes a este periódico que no ha recibido aún notificación de la firmeza de la declaración de ruina y que tampoco tienen constancia oficial de la decisión de Urbanismo, como medida previa al derribo, de tapiar todos los accesos al centro comercial, incluidos los que dan entrada a los seis negocios que siguen abiertos.
«Nos enteramos muchas veces a través de rumores o de los medios de comunicación», se quejó. No obstante, anunció la próxima convocatoria de una junta general para tratar estos asuntos. En ese sentido, y dado que aún no se ha tomado una decisión, evitó avanzar qué camino adoptarán ante las últimas resoluciones e informes municipales, si las acatan o recurren a los tribunales. Dijo que la comunidad se había mostrado favorable al tapiado de los accesos a las plantas bajas, pero no contaba con que la medida se extendiese a todos los accesos al complejo.
Entre los negocios abiertos no se ocultaba este lunes cierto desconcierto respecto al informe que ordena a Vías y Obras del Ayuntamiento a tapiar también sus accesos, lo que les obligaría al cierre. Ven bien que se refuerce el blindaje de las entradas a las plantas bajas, porque son las que más riesgo presentan, aunque advierten de que ahora ya no vive nadie. «Hubo momentos en que se juntaban ahí abajo hasta 50 inmigrantes, pero eso ya se acabó».