El tripartito de Santa Lucía hace piña y libra de la reprobación al alcalde y al edil Sánchez
La oposición intentó este miércoles convencer a NC y PP de que se desmarcaran de La Fortaleza, a la que achacan varias sentencias contra el Ayuntamiento
No hubo fisuras ni desmarques. Las tres fuerzas políticas que conforman el gobierno en Santa Lucía de Tirajana, La Fortaleza-CC, NC y PP, hicieron piña y juntaron este miércoles sus votos para librar de la reprobación al alcalde, Santiago Rodríguez, y al edil de Recursos Humanos y Deportes, Pedro Sánchez. El pleno se saldó con los 14 votos en contra del tripartito y los 10 a favor de AV, PSOE y la edil no adscrita, Beatriz Mejías.
La de este miércoles fue una sesión extraordinaria convocada a instancias de la oposición (cuando la pide un cierto número de ediles, el alcalde está obligado a convocarla) para proponer la reprobación de Rodríguez y Sánchez y su dimisión o cese tras la sentencia que acaba de anular el decreto por el que se aprobó en 2020 la contratación de 26 trabajadores temporales en el marco de un plan de empleo financiado por el Cabildo. El fallo tildó la fórmula usada para contratar al personal de «absoluta opacidad». AV asegura que el gobierno, y más en concreto, el alcalde y el edil de Recursos Humanos, aprovecharon ese plan para enchufar a parejas y familiares de ediles.
El pleno fue rápido, apenas una hora y 10 minutos, pero intenso. Eso sí, unos y otros no escatimaron en palabras gruesas, aunque fueron el portavoz de AV, Manuel Hernández, y el edil Sánchez los que más elevaron el tono. El primero, que hizo de ponente de la moción que presentó la oposición, calificó a Rodríguez, que no intervino, como «el peor alcalde de la historia del municipio» y subrayó que es también el regidor local «con más sentencias condenatorias de España». Hasta 13, enumeró, solo en Recursos Humanos.
Hernández, de AV, y Sánchez protagonizaron los debates más encendidos de la sesión
Y Sánchez, que ejerció de portavoz de La Fortaleza, le dejó claro que no iba a dimitir y le rebatió comparando su forma de hacer oposición con el «fascismo», porque, según dijo, buscan eliminar al adversario por la vía de recurrir al «chantaje o a la calumnia». Sacó a relucir que personas del entorno de AV sacan fotos a su coche, acuden a los juicios en los que él interviene como letrado o crean perfiles falsos en facebook. Les advirtió: «No me van a amedrentar».
Hernández y el portavoz del PSOE, Julio Ojeda, se dirigieron a los ediles de NC y PP y les pidieron, sin éxito, que se desmarcaran de La Fortaleza. «Ustedes deben decir a los vecinos si lo que están haciendo el señor Rodríguez y el señor Sánchez, que es una auténtica trama en política de personal y no la trama inmobiliaria que ellos nos achacan a nosotros, deben decir si esto que pasa merece su aprobación o su reprobación, si ustedes asumen el papel de cómplices o el de denunciantes». Y Ojeda, que dijo que «Santa Lucía es un municipio en descomposición por su pésima gestión política», interpeló directamente a los portavoces de ambos grupos. A Francisco García, de NC, que en desarrollo del pacto de gobierno será el nuevo alcalde a finales de año, le preguntó si esa alcaldía vale «todo el sacrificio que hace la ciudadanía de Santa Lucia», si «va a dejar que el trabajo de quienes le precedieron caiga por la borda para ser usted alcalde los próximos dos años». En términos similares se dirigió al PP. «¿Les «compensa estar en un gobierno que conduce a ninguna parte?». Les insistió a ambos en que «la mano siempre ha estado tendida», en un claro ofrecimiento para cambiar al gobierno. «Formen parte de la solución».
García, por su parte, les reprochó que lleven a los tribunales procedimientos como las atribuciones temporales de funciones o las comisiones de servicios, que «son herramientas habituales que usan todos los ayuntamientos para agilizar los trámites» y les achacó que en realidad solo «buscan dinamitar al gobierno». Sergio Vega, del PP, echó en cara al PSOE que se haya instalado «en la estrategia de la confrontación» y criticó que se use una herramienta de fiscalización como la reprobación para montar «un espectáculo». Y Beatriz Mejías, no adscrita, vio «vergonzoso» que se usase dinero público para contratar a «parejas y sobrinos de concejales».
