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Marinella Giorgi usa una pala para retirar arena. Arcadio Suárez

«Esto es terrible, la arena nos está comiendo y nadie nos ayuda»

Dunas de Maspalomas | Mientras Cabildo y Ayuntamiento negocian una salida para el paseo, los complejos de bungalows se sienten abandonados

Gaumet Florido

San Bartolomé de Tirajana

Miércoles, 20 de marzo 2024, 01:00

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Marinella Giorgi lleva 10 años en Playa del Inglés y nunca se había visto en nada parecido. «Esto es terrible, la arena nos está comiendo y nadie nos ayuda». Su casa, que forma parte del complejo de ocho bungalows Las Palmas, da al paseo Costa Canaria, lo que la sitúa en primera línea de fuego, o mejor dicho, de viento, al pie mismo de las Dunas de Maspalomas.

Ella y el resto de propietarios de los apartamentos que lindan con la Reserva Natural Especial se sienten víctimas de lo que al final resultó ser una tormenta perfecta. Se juntaron dos ingredientes: meses sin el mantenimiento adecuado y fuertes rachas de viento. ¿La consecuencia? Que las dunas se saltaron la frontera que la civilización le impuso a la naturaleza, se metieron primero en la avenida peatonal, y luego, en estos complejos de viviendas.

«Hasta hace ocho meses o un año esto no estaba así, había días con mucha arena, sí, pero entre que nosotros limpiábamos y el Ayuntamiento también, lo solucionábamos, pero esto ha empeorado», se lamentaba Giorgi. No dan abasto para sacarse la arena de encima. Ha sepultado jardines, azoteas y terrazas, y les ha inutilizado sus piscinas.

En la foto superior, Marinella Giorgi junto a los mosquiteros gigantes que colocó para intentar evitar la arena. Debajo, junto a otra de las familias propietarias y rincón con arena acumulada en la azotea. Arcadio Suárez
Imagen principal - En la foto superior, Marinella Giorgi junto a los mosquiteros gigantes que colocó para intentar evitar la arena. Debajo, junto a otra de las familias propietarias y rincón con arena acumulada en la azotea.
Imagen secundaria 1 - En la foto superior, Marinella Giorgi junto a los mosquiteros gigantes que colocó para intentar evitar la arena. Debajo, junto a otra de las familias propietarias y rincón con arena acumulada en la azotea.
Imagen secundaria 2 - En la foto superior, Marinella Giorgi junto a los mosquiteros gigantes que colocó para intentar evitar la arena. Debajo, junto a otra de las familias propietarias y rincón con arena acumulada en la azotea.

Ese periodo de tiempo del que habla esta afectada tiene una posible explicación. Hasta hace 8 o 9 meses el Ayuntamiento contaba con autorización del Cabildo, que es la institución que gestiona la reserva, para alejar periódicamente 15 o más metros la arena más próxima al paseo costero. El mantenimiento era constante. Pero al final del mandato anterior, sobre mayo o junio, el Cabildo revocó aquel permiso.

El motivo, según fuentes oficiales, por mala praxis de la corporación local. Así que el servicio de limpieza municipal se vio muy limitado y no pudo hacer la tarea como antes hasta febrero pasado, en 2024, que es cuando, según la institución insular, ya con el nuevo gobierno, el consistorio volvió a pedir esa autorización. Pero para entonces ya era demasiado tarde. Y encima el permiso llegaba muy condicionado.

En la foto de arriba, turista con problemas para sortear los obstáculos del paseo. Debajo, arena que todavía sepulta parte de la avenida peatonal, a la altura del Riu del mirador de las Dunas. Y Giorgi, en los jardines de su casa, que linda con el paseo y con el sistema dunar. Arcadio Suárez
Imagen principal - En la foto de arriba, turista con problemas para sortear los obstáculos del paseo. Debajo, arena que todavía sepulta parte de la avenida peatonal, a la altura del Riu del mirador de las Dunas. Y Giorgi, en los jardines de su casa, que linda con el paseo y con el sistema dunar.
Imagen secundaria 1 - En la foto de arriba, turista con problemas para sortear los obstáculos del paseo. Debajo, arena que todavía sepulta parte de la avenida peatonal, a la altura del Riu del mirador de las Dunas. Y Giorgi, en los jardines de su casa, que linda con el paseo y con el sistema dunar.
Imagen secundaria 2 - En la foto de arriba, turista con problemas para sortear los obstáculos del paseo. Debajo, arena que todavía sepulta parte de la avenida peatonal, a la altura del Riu del mirador de las Dunas. Y Giorgi, en los jardines de su casa, que linda con el paseo y con el sistema dunar.

«Esto es un problema grave para todos los propietarios que vivimos aquí, que hemos invertido mucho dinero, y también para los turistas, que no pueden andar», apunta Marinella Giorgi. Casualmente este martes unas obras de Canaragua justo delante de su casa cortaban un tramo del paseo y obligaban a los usuarios a internarse en las dunas para sortear la maquinaria pese a que el Ayuntamiento ya ha logrado dejar expedita casi toda la avenida.

Esta propietaria es, además, la presidenta de la comunidad del complejo Las Palmas, por lo que ha sufrido en primera persona la odisea que les ha supuesto quitar la arena. «Esto no puede ser, nos han abandonado aquí». Tiene una duna justo delante de su casa. «Si no la empujan más adentro, en dos o tres horas está aquí otra vez». Vive pegada a una aspiradora y ha colocado una especie de mosquiteros gigantes con la esperanza, en vano, de frenar la invasión.

El paseo ya está casi limpio, pero tienen dunas muy próximas que en poco tiempo volverán a cubrir la avenida. Este martes unas obras de Canaragua obligaban a los turistas a subirse al muro que lo separa de la zona de arena. Arcadio Suárez

Y otro problema añadido es que no saben qué hacer con la arena que logran retirar. «No la quiere el vertedero, tampoco el punto limpio y no podemos devolverla a las dunas porque dicen que ya está contaminada», se queja.

Mientras Cabildo y Ayuntamiento parece que avanzan en una posible solución para el paseo, una actuación de choque que asumiría la institución insular, estos vecinos dicen sentirse abandonados. «Os han mentido en la cara (en alusión a los periodistas), mucha mesa técnica y mucha reunión, pero me da que lo que han tenido es mucho café, porque el problema, a la vista está, no lo han solucionado», denuncia otra afectada, Raquel Pérez, administradora de otro complejo de bungalows, Remy.

Sus 10 propietarios han retirado ya 14 sacas, de una tonelada de arena cada una, que tienen almacenadas en un cuarto. Y ahora tienen previsto retirar otras 10 más, pero no saben dónde meterla. «Nadie nos dice nada, no hacen sino tirarse la pelota unos a otros, Cabildo y Ayuntamiento; les hemos pedido estar en esa mesa técnica y no nos han dejado», se queja. Han aprobado una derrama para comprar un pequeño tractor que les facilite la tarea.

Posible venta de la arena

«De un año para acá la arena nos ha destrozado el jardín, nos ha obstruido todas las canalizaciones, y aquí seguimos, sin soluciones; ya se nos está formando incluso una pequeña duna en una esquina del complejo», advierte Raquel Pérez. En este contexto, les ha llegado encima el rumor de que ha habido empresas de transporte, no en su caso, que han hecho negocio con la arena de las dunas y la han vendido, lo que les duele doblemente, que haya quien se lucre con su desgracia.

A las instituciones les ha llegado el mismo runrún, pero subrayan que no les constan evidencias. En todo caso, sí reconocen que ya exploran una solución. El Cabildo estudia afrontar la actuación de choque que le pidió el Ayuntamiento, entre otras cosas, porque al ser el gestor de la reserva no precisaría de declaración de impacto ambiental y se ahorrarían ese paso.

En todo caso, aclara el consejero insular de Medio Ambiente, Raúl García Brink, la acción es compleja y exigiría un estudio exhaustivo de cuánta arena se podría trasladar, en cuánto tiempo y el coste, entre otras variables. El Ayuntamiento, por su parte, prepara una actuación para este viernes con la que confía en llevarse hasta Playa del Inglés, a la zona del proyecto Masdunas, dos o tres movimientos de arena en la franja horaria que les permite el Cabildo, entre las 06.30 y las 09.30.

Respecto a las quejas de los vecinos, el edil de Limpieza, Ruymán Cardoso, avanza que su departamento ultima con Vías y Obras habilitar dos posibles depósitos para la arena acumulada en los complejos: o bien junto a la obra del Mercado Municipal o bien en la zona donde está Vías y Obras. Tendrían que acotar una estructura y luego ver la posibilidad de limpiar la arena para, con permiso del Cabildo, devolverla a las dunas.

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