Valle Casares se siente traicionado al dejarles fuera del Plan de Cooperación
Los vecinos del barrio de medianía muestran su descontento con el Ayuntamiento por haber desviado el fondo para su red de saneamiento hacia otros fines
Los vecinos de Valle Casares muestran su indignación tras llegar a sus oídos a través de la oposición de que el Ayuntamiento les ha «traicionado» sacándoles del Plan de Cooperación que tienen con el Cabildo de Gran Canaria, después de haberles prometido hace unos pocos meses la finalización de las obras para conectar la red de saneamiento del barrio, que ahora mismo es inútil, con la instalación municipal a la que se conecta el resto de la ciudad. Un trabajo que llevan esperando que se termine desde hace más de 11 años.
«Llevamos más de año y medio luchando para que esto salga adelante y los vecinos de este enclave tengan unas instalaciones dignas de un municipio tan importante dentro de las Islas Canarias. Nos tienen abandonados», lamenta Pablo Agriela, uno de los representantes vecinales que está en continua comunicación con responsables de las instituciones públicas para que se escuche al pueblo, aunque asegura que «no es nada fácil que nos hagan caso, nos ponen traspiés a cada paso que pretendemos dar».
Además, ahonda en que nadie del Gobierno local se puso en contacto con ningún vecino para comunicarle que los fondos de la administración insular se iban a modificar para dejar a un lado, una vez más, la tan ansiada instalación. «Según nos habían dicho responsables del Ayuntamiento en reuniones, el expediente de la obra estaba finalizado, tenían los permisos para pasar la instalación por unas tierras privadas, el dinero ya lo tenían con el Plan de Cooperación y solo quedaba licitar los trabajos para elegir entre las empresas interesadas», explica Agriela sobre el nuevo retraso.
El cambio en el Plan, que se aprobó en el Pleno extraordinario del lunes de la semana pasada, sin un solo voto en contra, comprendía la eliminación de la 'Dotación saneamiento de Valle Casares Segunda Fase', con un importe cercano a los 150.000 euros, entre otros asuntos, para destinarlo, por ejemplo, a la construcción de unos muros de la carretera de Melenara que todavía sigue sin terminar. «No entendemos que le den más prioridad a unos muros, que a unos vecinos que llevan esperando una década por un bien que es esencial en el siglo que vivimos. Estamos muy cansados de toda esta situación», implora el portavoz vecinal.