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Lidia Mejías, Héctor Suárez, Carmen Hernández y Juan Francisco Artiles, durante la presentación de la hoja de ruta que se iba a seguir con el PGO. C7
El nuevo Plan General de Ordenación no se concreta y su aprobación se dilata en el tiempo

El nuevo Plan General de Ordenación no se concreta y su aprobación se dilata en el tiempo

Pese a las esperanzas que hay en torno al PGO, el pacto desliza dudas de cuándo se hará realidad y existen disonancias con la conversión de los polígonos industriales en áreas comerciales

Miércoles, 9 de junio 2021, 01:00

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La necesidad de que la ciudad cuente con un nuevo Plan General de Ordenación Urbana es manifiesta a ojos no solo de todos los componentes del pacto, sino de empresarios, comerciantes, agentes sociales e incluso oposición. Así se hizo evidente en el pleno de febrero de 2020 con el voto a favor del PP, un apoyo que tal y como dijo la líder del grupo popular en Telde, Sonsoles Martín, llego por «responsabilidad» para desatascar un documento estratégico para el futuro desarrollo de la ciudad que lleva 12 años tramitándose.

Sin embargo, pese que en aquel momento se aprobó la reactivación del PGO y su consiguiente adaptación a la nueva Ley del Suelo de Canarias, el avance que se ha hecho desde entonces hasta hoy ha mantenido el mismo ritmo lento hasta rozar la quietud de años atrás. Tanto es así que por mucho que el alcalde, Héctor Suárez, haya anunciado por los cuatro costados en su despedida de la alcaldía que el nuevo planeamiento será pronto una realidad que pretende rubricar como edil de Urbanismo en la presente legislatura (el año pasado se dijo que se aprobaría en este 2021), las dudas de que esto vaya a ser así se extienden hasta a sus propios socios de Gobierno.

Un pesimismo que llega debido a la complejidad del expediente, aunque se siga coincidiendo en que debe ser prioritario al resolver problemas fundamentales en el municipio como la falta de viviendas públicas con la altísima demanda que existe en Telde y que se ha visto agravada por culpa de la pandemia. En este sentido, el nuevo PGO recoge una adenda para la localización y construcción de edificios residenciales en parcelas de titularidad municipal, un propósito que sí que es compartido con NC. La inminente alcaldesa y edil de Vivienda, Carmen Hernández, ha expresado en mil y una ocasiones el mal que provoca la falta de casas disponibles para la población más vulnerable -que contrasta con la enorme cantidad de hogares vacíos-, al tiempo que pone a disposición del Gobierno de Canarias suelo para la ubicación de nuevos parques de vivienda pública, así como la empresa pública Fomentas para la construcción de los mismas.

Sin embargo, con lo que no hay tanta concordancia es con la intención de aprovechar el Plan para reconvertir los siete polígonos industriales del municipio en áreas comerciales. Si bien se coincide en la necesidad de modernizar y de dotar de mejores infraestructuras y servicios a estos espacios, así como de entidades de conservación que regulen su funcionamiento, no se contempla, ya sea por viabilidad o rentabilidad, la necesidad de cambiar su consideración en áreas como Maipez o Lomo La Francia. Además, la reciente reconversión del parque empresarial Melenara supone un ejemplo de que para la ampliación de uso de estos espacios no es imprescindible la aprobación del PGO, basta con cambiar las ordenanzas o realizar modificaciones puntuales.

Por todo ello, y aunque el propósito de un nuevo Plan General es unánime, ha causado cierta sorpresa en algunos componentes del grupo de Gobierno las palabras de Héctor Suárez en su adiós como regidor anunciando una aprobación mucho más inmediata de lo que ellos consideran factible, así como ciertos objetivos, que en su mayoría coinciden con los del proyecto del PGO que se elaboró en la etapa de Pablo Rodríguez como concejal de Urbanismo, que no son compartidos por el resto de socios de CC.

12 años y aún sin fecha

El nuevo Plan, que sustituirá a un planeamiento vigente desde 2002 y que ya ha quedado del todo obsoleto, es un propósito con el que se lleva trabajando desde 2009. Ya en febrero de 2015 el documento se aprobó de manera inicial, pero no se logró su aprobación definitiva, tal y como estaba previsto, en el mandato anterior. Ahora la idea es aprovechar ese mismo documento e incorporar todos los actos administrativos que permita la legislación.

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