La patronal de la construcción teme un cierre de la cementera y que desabastezca al sector
La asociación de empresas del sector confía en un posible acuerdo entre Ceisa y el Gobierno «satisfactorio para todas las partes»
La Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la Provincia de Las Palmas admitió este martes en un comunicado su preocupación a que la pérdida del puerto de Santa Águeda, en San Bartolomé de Tirajana, implique el cierre de Ceisa, principal proveedora del cemento en las islas, y que eso dé lugar al posible desabastecimiento y encarecimiento de esta materia prima, propicie retrasos en las obras y suponga la desaparición de la escasa presencia industrial del sector en Canarias.
La asociación, que subraya en la nota remitida que «mantiene la esperanza de un posible acuerdo entre Ceisa y el Gobierno de Canarias, recuerda que en la provincia de Las Palmas el sector consume una media 300.000 toneladas de cemento al año. «Por el Puerto entran unas 20.000, pero en saco (no se usa para las obras), lo que significa que el resto de consumo es de producto local».
Esta preocupación se une al «continuo acoso y demonización a las canteras de áridos y a las dificultades de importación de arena, más allá del precio astronómico de este producto, así como al hecho de que el cemento supone algo más del 40% en la elaboración de hormigones y prefabricados».
La patronal insiste en la «incertidumbre» por la posible desaparición de una industria en la ya débil presencia industrial del sector en Canarias y su escaso fomento, y teme que a esa inquietud se sume el posible desabastecimiento, «pues la alternativa es comprar el cemento en Tenerife o importarlo, con las dificultades que eso conlleva y por precio, transporte y fletes».
Dada esta situación, que podría dificultar la ejecución de obras de infraestructuras o viviendas, y que podría repercutir en un probable encarecimiento de esta materia prima, la patronal hace pública su esperanza de que Ceisa y Gobierno regional «lleguen finalmente a un acuerdo satisfactorio para todas las partes implicadas», incluido el sector de la construcción.
Puertos Canarios negó a la cementera una nueva concesión por 25 años para seguir operando en el muelle.
