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36 pastores distintos, 14 de ellos mujeres, se encargarán este año de que sus rebaños pasten en los 45 lotes de terrenos de monte público que han recibido ofertas para reducir de este modo la biomasa y prevenir los incendios forestales en Gran Canaria a cambio de una remuneración económica. Son cuatro beneficiarios y seis lotes más que los adjudicados en 2023, cuando se contrató con 32 pastores la prestación de este servicio en 39 lotes.
La resolución final del concurso encomendado de nuevo a Gesplan dejó desiertos diez lotes y ha sido la más tardía de las tres campañas de pastoreo remunerado para el mantenimiento de áreas de cortafuegos o de baja carga, situadas preferentemente en zonas de alto riesgo de incendio, puestas en marcha desde 2022 por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo.
Una pastora, Natalia Mayor, es la adjudicataria de los dos lotes que, en principio, tienen un valor más alto. No obstante, se trata de cifras máximas que en realidad no se alcanzan. Sirva de ejemplo que en campañas anteriores esta ganadera de Tejeda obtuvo un lote valorado en torno a 10.000 euros y en realidad percibió unos 5.000 un año y unos 7.000 la otra anualidad.
El lote con el valor más alto de 2024 es el correspondiente al barranco Las Adjuntas, en Tejeda, que tiene una superficie de 183,21 hectáreas, la tercera más grande de las 55 licitadas. Es la primera vez que estos terrenos entran en concurso y vienen siendo pastoreados por la citada ganadera desde hace años, como antes lo hizo su padre.
El presupuesto reservado para su pastoreo asciende a un máximo de 11.762,08 euros anuales, pero ese importe no se alcanzará. Para cobrar ese dinero tendría que haberlos pastoreado desde antes de junio, cosa que no ha ocurrido, por lo que solo optará a un máximo del 80% de ese valor, el reservado para su pastoreo a partir de octubre, si la supervisión de esa tarea confirmase que sus rebaños han eliminado toda la vegetación que sería necesaria, algo que difícilmente ocurre.
El segundo lote mejor valorado es el situado en La Abejerilla, en San Mateo, dentro del Paisaje Protegido de Las Cumbres, que tiene 162,80 hectáreas y en este caso el presupuesto máximo establecido es de 9.388,18 euros. Cobrar ese importe tambien será misión imposible para la pastora de Tejeda.
El tercer lote mejor pagado es para Ruymán Mena, tiene un valor de 9.095,86 euros e incluye las 187,46 hectáreas denominadas Bentayga, en Tejeda. Este pastor es el que ha resultado ganador de un mayor número de terrenos, tres en total, mientras que otros siete se encargarán de llevar sus rebaños a dos lotes distintos cada uno. Se trata, además de Natalia Mayor, de Ramón Mayor, Felipe Mendoza, Cristóbal Moreno, Sonia del Pino Mayor, José Mendoza y Juan Félix Medina.
Dos de los 45 lotes adjudicados son los menos pagados. Por el pastoreo de ambos Santiago Suárez y Zenaida Pernia recibirán como mucho 53,50 euros, en el mejor de los supuestos posibles. Se trata, respectivamente, de las 6,59 hectáreas del barranco de Cardones, en Arucas, y de las 24,70 hectáreas del barranco de Jacomar, en Las Palmas de Gran Canaria.
Los terrenos seleccionados dentro del proyecto Gran Canaria Pastorea para la prevención de grandes incendios forestales se localizan en todos los municipios, salvo Santa Lucía de Tirajana, siendo Artenara y Tejeda los que cuentan con más lotes y el Paisaje Protegido de Las Cumbres el espacio natural con más terrenos distintos.
El número máximo de animales pastoreando a la vez en un lote de superficie no podrá superar las 500 cabezas de ganado, mientras que en barrancos el número máximo no podrá superar las 300. Para evaluar el grado de cumplimiento del pastoreo, el adjudicatario mantendrá instalado en todo momento y en funcionamiento al menos un collar con dispositivo de geolocalización (GPS) facilitado por Gesplan a uno de sus animales.
Los pagos máximos posibles a percibir por cada lote adjudicado se calculan en función del tipo de vegetación combustible que tenga, su valor estratégico frente al riesgo de incendios forestales y el grado de cumplimiento del pastoreo. El periodo de pastoreo se divide en dos tiempos, antes de junio y después de octubre, y para aspirar al 100% del valor económico de cada lote los rebaños deben realizar su labor en ambos plazos, entre otros requisitos.
Las zonas de dominio público hidráulico de alto riesgo de incendio y los ejes de las crestas principales son las mejor pagadas y se cobra de menos a más si la vegetación en la que pasta el ganado es herbácea, de matorral o de cañaveral.
Por otro lado, los pastores se comprometen a impedir que los animales se asilvestren, por lo que deberán capturar inmediatamente los extraviados, y a evitar que se acerquen a menos de 25 metros de los límites exteriores de las infraestructuras de uso público del Cabildo.
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