«El sitio va a hablar por sí mismo»

Carlos Santos tiene en sus manos la responsabilidad de crear el espacio en el que se van a celebrar las principales galas y actos del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de 2025, que se va a desarrollar del 8 de febrero al 16 de marzo bajo la temática de 'Los Juegos Olímpicos'. No es la primera vez que este arquitecto grancanario se relaciona con la fiesta más importante de la ciudad, pues hay que recordar que fue el autor del escenario de la edición de 2019, dedicada a Río de Janeiro, y también intervino en la escenografía de la gala televisada 'El Carnaval vive en tu corazón' junto a XhOXb, en 2021, en plena pandemia de la covid-19.

Asegura que para que aceptara la propuesta de volver a diseñar el escenario carnavalero no hubo que convencerlo, no solo porque «es mi trabajo» y la experiencia de 2019 le dejó «buen sabor de boca», sino porque «es un proyecto que siempre apetece».

Señala que en los cinco años que han pasado desde el carnaval de 'Una noche en Río' son muchos los proyectos que ha firmado y que esa trayectoria es un plus a la hora de afrontar este nuevo encargo.

«Han pasado tres carnavales, mucha ópera, porque he estado colaborando con el Festival de Ópera de Las Palmas desde 2016, la Ópera de Tenerife, en Austria estuve este año haciendo un musical en Baden, mucho teatro... Al final todo suma», dice quien completó su formación como arquitecto con la especialización en Escenografía, Vestuario e Iluminación para Teatro, Cine y Televisión de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense en 2012.

«La experiencia es un grado y en el camino ya uno va madurando artísticamente, y además de aprendizaje, también la madurez como artista le hace a uno coger una línea propia», remarca quien reconoce que aún es muy pronto para avanzar lo que tiene en mente para materializar el escenario que volverá a ser epicentro de la fiesta por la cantidad e importancia de los actos que ha de albergar.

«Estamos trabajando en ello porque acabamos de empezar y queda mucho trabajo por delante», dice sobre un proyecto que apenas acaba de arrancar.

Además, deja claro que su idea primigenia puede ir evolucionando y acabar siendo algo muy diferente de lo que recogieron los primeros bocetos, pues su proceso creativo es dinámico y va transformándose. «En mi proceso creativo lo que comienzo dibujando el día 1 no tiene nada que ver con lo que dibujo el día 100, porque evoluciona. Aparentemente ahora puedo decir que lo tengo claro, pero lo sabré cuando esté presentado», confiesa sobre un momento que no puede datar, pues desconoce cuándo se presentará oficialmente.

Respecto al modo en el que se plantea su trabajo de cara a crear un escenario que, por su imposibilidad de levantarse en el parque de Santa Catalina debido a las inacabadas obras de la MetroGuagua, en la fiesta de 2025 estrenará ubicación en el espacio que albergó el antiguo Estadio Insular, Santos asegura que no difiere de cualquier otra de las propuestas que le han confiado.

«Me lo planteo como cualquier otro proyecto. Al final he tenido la suerte de estrenar, no solo carnavales sino ópera y teatro, en prácticamente todos los espacios principales de la isla, y también en Tenerife o en Austria, y cada espacio tiene su peculiaridad. Ningún teatro es igual al otro, todos tienen sus pros y sus contras. Y de lo que se trata es de hacer los contras pros, ir a favor de obra», expone.

Pero sí tiene claro que el escenario «será bastante diferente por las peculiaridades del sitio». Así, reconoce que «el sitio de por sí ya va a hablar solo, porque vernos ahí en el Estadio Insular, va a hablar por sí mismo».

En cuanto al diseño, avanza que será «un escenario actual, moderno, sin olvidar que estamos en carnaval, pero un escenario que mira hacia adelante, hacia el futuro y que se coloque a la altura de los que se hace por el mundo». Por eso, la tecnología también tendrá relevancia.

Añade que para acometer este encargo, además de su equipo, que se encarga del trabajo que no se ve, tiene colaboración directa con la dirección artística que asume por segundo año Josué Quevedo. «No concibo ningún proyecto de escenografía como un trabajo individual, sino como un trabajo colectivo, ya sea carnaval, ópera o teatro, porque al final todos trabajamos para un único fin que es el espectáculo que se desarrolla. Y en este caso, trabajando mano a mano con Josué para diseñar un escenario que sirva a su idea».

Cuando se le pregunta si tener una formación como arquitecto es una ventaja para su trabajo, dice que «para mí sí, es verdad que no es la única vía, pero la arquitectura me ha colocado la cabeza» en la visión de trabajar «una profundidad que siempre trato de plasmar en mis diseños».

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