Atascos y cortes en la GC-1 para la salida del presidente de China

La salida de Gran Canaria del presidente de China, Xi Jinping, tras una visita exprés de menos de 24 horas, generó también atascos y cortes en Las Palmas de Gran Canaria y en la GC-1 sentido aeropuerto.

Tanto los alrededores del hotel Santa Catalina como la autovía sufrieron a primera hora de este jueves un corte de tráfico para el paso de la comitiva, que salió del establecimiento hotelero sobre las 7.30 horas en dirección a la base de Gando, donde esperaba el avión que llevará a Jinping a Perú, donde participará en la cumbre APEC (Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, por sus siglas en inglés).

Decenas de compatriotas madrugaron para no perderse la despedida del líder chino, y esperaron pacientemente el paso de la comitiva tanto en los alrededores del hotel Santa Catalina como en la base de Gando, agitando sus banderas y coreando expresiones de júbilo a su paso.

El enorme despliegue de seguridad que rodeó la visita del máximo mandatario del país asiático incluyó también cortes este miércoles en la autovía, en este caso en sentido Aeropuerto-Las Palmas, así como retrasos en la salida y llegada de algunos vuelos.

Jinping aterrizó en Gran anaria este miércoles a las 14.15 horas, una escala técnica de apenas 18 horas que generó un enorme despliegue de seguridad y logística en la isla desde más de una semana antes de su llegada.

La tercera visita del líder chino al Archipiélago incluyó la visita a la Casa de Colón, cuyos accesos fueron cerrados por motivos de seguridad. La directora de la Casa de Colón, Carmen Gloria Rodríguez, y el cronista oficial de Gran Canaria y de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet, hicieron de guías excepcionales en esta visita privada en la que el presidente chino «hizo consideraciones sobre la importancia del descubridor», según destacó Laforet.

Sobre las cuatro de la tarde la comitiva se desplazó hasta el Hotel Santa Catalina donde Xi Jinping hizo noche junto al séquito que le acompaña, formado por al menos 150 personas, y para lo que reservó en exclusiva la totalidad del establecimiento hotelero.

Entre las exigencias impuestas por Jinping para su alojamiento llamó la atención el cambio de cristales de los ventanales de su habitación, la Royal Suite, la más lujosa del hotel Santa Catalina (que explota el grupo Barceló), para ponerlos blindados y a prueba de todo. Esta habitación tiene un precio por noche que se acerca a las 1.000 euros.

Demandó igualmente el uso de su propio ajuar traído expresamente desde China para la ocasión. Sábanas, toallas, vajilla... todo a estrenar para una única noche. También generó sorpresa la llegada de «cajas y cajas» del refresco de cola de marca china y fabricado allí.

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