Los propietarios del edificio incendiado en Las Palmas de Gran Canaria exigen «una solución» al Ayuntamiento
Representantes de la comunidad de la calle Dr. Miguel Rosas 39 se reunieron este viernes con la alcaldesa Carolina Darias en busca de una ayuda que siguen sin recibir
Una representación de la comunidad de propietarios del edificio que se incendió en la madrugada de este miércoles, en el numero 39 de la calle Dr. Miguel Rosas de Las Palmas de Gran Canaria, mantuvo en la tarde de este viernes una reunión con la alcaldesa Carolina Darias -a la que también acudieron la concejala de Bienestar Social, el director general del área, el concejal del distrito y técnicos de la Unidad Técnica de Seguridad y Emergencias- en la que le solicitaron ayuda para afrontar las consecuencias que ese fuego ha generado a los titulares de las 36 viviendas del mismo.
Rubén Vera, presidente de la comunidad, explica que este encuentro fue fruto de su insistencia para que desde el Ayuntamiento se dé «una solución» a unos vecinos que, de una o de otra manera, se han visto afectados en su totalidad por un fuego del que no fueron responsables pero que les condiciona la vida.
Sin embargo, explica que la reunión no respondió a sus expectativas. «Balones fuera», dice como resumen, pues explica que solo se les informó de que «podían echar una mano a las persona más vulnerables».
Sin embargo, señala que todos los residentes están afectados por la falta de agua y luz. Algo que de momento no se va a solventar, pues explica que los trabajadores de Emalsa que acudieron en la tarde de este viernes para tratar de reponer el suministro «de la segunda planta hacia arriba» constataron «que todas las tuberías de los bajantes de agua fecales también están quemadas». «En estas condiciones no puede quedar nadie aquí», indica.
«Esto es un desastre, aquí todo el mundo se lava las manos», dice sobre un incidente que, insiste, no provocaron ellos.
Así, señala que los enseres que todo indica fueron el origen del incendio se dejaron en la vía pública por parte del propietario del local que se ubica en el bajo del inmueble siguiendo instrucciones del servicio de recogida municipal. «Hay un correo que pone que dejara las cosas a las once de la noche», asegura.
Pero dice que en la reunión de este viernes les dijeron «que ese no era el horario».
En cualquier caso, Vera recuerda que lo cierto es que esos objetos se encontraban junto al inmueble y que al prenderse el fuego lo afectaron de lleno, lo que obligó al desalojo de 60 personas y a la hospitalización de 10.
Y que los daños materiales también son muy importantes y pone como ejemplo el caso de su madre, que además de ver peligrar su vida, «porque la tuvieron que sacar, le dieron una patada a la puerta y la sacaron porque estaba durmiendo», ahora afronta el problema de verse sin nada. «Está alquilada en el edificio y lo perdió todo, y hace nada perdimos a mi padre. Imagina cómo está. Ahora se ha ido a casa de una amiga, a dormir en un sillón, hasta que se solucione esto», relata.
Afirma que además la situación ha hecho que personas como él, que tienen apartamentos en alquiler en el inmueble, se vean en un situación complicada. «Tengo tres viviendas alquiladas y tengo hipoteca, y ahora mis inquilinos no me pagan. Esto es una cadena», expone,
Por eso Vera incide en que el consistorio debe responder a los afectados. «Algo tienen que hacer, no nos pueden dejar así porque al final nosotros somos afectados. ¿Qué culpa tenemos nosotros?», plantea el portavoz de los propietarios del edificio incendiado.
Desde el Ayuntamiento se asegura que «algunas familias han trasladado la necesidad de que se le ayude con un alojamiento alternativo o con ayudas de emergencia para un alquiler provisional», posibilidad que «se está estudiando por parte de los técnicos municipales».