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Residentes en la calle Tabaibal, en La Isleta, han iniciado una recogida de firmas en esta vía y en las vecinas Tecén , Anzofé y Tauro, que piensan sumar al documento que presentarán a la Consejería de Política Social y Accesibilidad del Cabildo de Gran Canaria para reclamar «el cierre definitivo del Centro/Hogar para menores» que se encuentra ubicado en ella.
Aseguran que «desde febrero» la convivencia en la zona se ha resentido por los problemas que ocasionan algunos «de los chicos canarios» que están en este recurso, que «lleva muchos años» y que hasta ahora solo había generado incidencias puntuales.
Pero dicen que en estos siete meses las cosas han cambiado y ahora son testigos, «todas las noches», de «gritos, escándalos, golpes, peleas, reuniones en la calle hasta altas horas de la noche fumando, bebiendo y consumiendo drogas, ante la pasividad de las personas que trabajan en el centro», señalan unos afectados que prefieren mantener su anonimato pues temen represalias.
Y es que explican que estas escenas que describen, y que han venido a alterar a quienes residen en «una calle que es muy tranquila», van acompañadas de daños a los vehículos y las viviendas, como queda constancia en algunas de las fachadas.
«Cuando se enfadan le pegan piñas a las fachadas e incluso han roto los cristales de las ventanas de una de las casas y el de los contadores de un edificio, en varias ocasiones», señalan.
Además, apuntan que en el centro actúan del mismo modo y «discuten y amenazan a los cuidadores», además de ocasionar daños. Y ponen a modo de ejemplo de lo que dicen lo acontecido el 18 de agosto, «cuando un chico la emprendió a patadas contra una puerta de cristal del centro» y sufrió heridas serias. «Se rajó todos los tendones», dicen.
Pero lo que más preocupa a los residentes son «los insultos y las amenazas» de algunos de los chicos que protagonizan estos altercados, «que tienen menos de 14 años y saben que no les va a pasar nada», y «no hay manera de controlarlos», manifiestan unos vecinos cuya única pretensión es frenar la situación. «No queremos que llegue a más», exponen.
Afirman que los hechos que describen son conocidos «por la Policía Nacional, Policía Local, 112 y el propio Cabildo», pero siguen sin respuesta a unos problemas que en la mayoría de los casos tienen que ver «con un menor de 13 años».
«Se ríe de la Policía y se sabe toda la ley», exponen quienes incluso denuncian agresiones. Como es el caso de un vecino que la noche del 2 de septiembre salió a la calle alertado por los gritos de una vecina, pues «estaba el chiquillo rompiendo los coches y amenazándonos» y que le golpeó, dice, mientras muestra las heridas de su cara y extremidades.
Unos hechos que denunció y se han «archivado», como recoge el escrito del Juzgado de Menores que recibió este miércoles, porque «es menor de 14 años».
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