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El presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas, Pedro Llorca, reconoce que «empezamos a tener muchos problemas» a la hora de abastecerse de los productos de primera necesidad que esta entidad adquiere para hacer llegar a familias con dificultades económicas de la isla.
Señala que en estos momentos se ha generado «la tormenta perfecta», ya que al problema mundial de transporte que ya existía se le ha sumado la guerra de Ucrania y el incremento del coste del carburante que acarrea consigo, además del actual conflicto que ha llevado al paro de transportistas a nivel nacional.
Así, reconoce que la entidad que preside teme verse con dificultades a la hora de atender las solicitudes de «productos tremendamente demandados como la leche», sin que eso suponga «una rotura del estocaje» de que disponen. Algo que, advierte, supondría tener que «rebajar las cantidades a entregar» a las personas beneficiarias.
Y es que señala que afrontan complicaciones para proveerse sobre todo en las cadenas de supermercados a las que habitualmente acuden para adquirir productos porque, en muchos casos, «nos dicen que no nos los pueden suministrar porque los necesitan parar sus clientes».
Asegura que esta situación no se da únicamente con la leche sino que es algo que se está repitiendo «con prácticamente todo lo que queremos comprar».
Llorca explica que la situación se agrava ante el hecho de que al encontrarnos en un archipiélago, los importadores normalmente programan sus envíos con el objetivo de «no tener excedentes».
Además, apunta a la inestabilidad de los precios como otro de los problemas que se les presenta, pues aunque piden varios presupuestos antes de adquirir -con las subvenciones de diferentes entidades- los productos de alimentación que precisan, no siempre los suministradores les pueden garantizar el coste final de esa compra, ya que está condicionado por las fluctuaciones del mercado, atendiendo a las actuales circunstancias tanto a nivel nacional como global. «Te dan un precio pero es tan volátil que no te lo pueden garantizar», indica.
Otro de los temores que expresa el responsable del Banco de Alimentos de Las Palmas es que estas circunstancias interfieran en la operación kilo que tienen previsto desarrollar este verano. Una acción que permite a la institución hacer acopio de donaciones y que Llorca reconoce «puede que tengamos dificultades» para acometer. Pues «las cadenas de supermercados me dicen que a lo mejor no pueden atender nuestros pedidos».
«Tememos que de seguir así vamos a tener dificultades», señala el responsable de la organización, y añade que esta situación es la misma a la que se enfrentan otras ONG.
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