Las nuevas máquinas de calor del Julio Navarro llegan a mediados de mes

Una vez concluida la intervención que llevó a cabo en el espacio Barceló vinculada al proceso de renovación del Hotel Santa Catalina -que supuso convertir en espacio verde público la zona ocupada por la antigua piscina Roque Díaz y la construcción de una nueva con sus mismos 25 metros en la parte que mira a la calle Emilio Ley, además de la remodelación del edificio que alberga los servicios y la sede social del complejo deportivo-, quedaba por resolver un problema antiguo que arrastraban las instalaciones y que no recogía la intervención del grupo hotelero: la climatización de sus tres piletas.

Una circunstancia que había derivado en la pérdida de masa social pues las bajas temperaturas que se registraban en las piscinas hizo que muchos usuarios optaran por otros espacios.

Por ello, el club apostó por culminar la transformación en que se encontraba inmerso el complejo dotándolo de una nueva instalación que sustituyera a unas calderas obsoletas que ya no cumplían con su función.

Un proceso de renovación en el que se implicó a la masa social de la entidad, con una subida de cuota aprobada en asamblea en junio de 2019, para afrontar un proyecto de climatización que contempla la instalación de una nueva maquinaria, con un coste de 380.000 euros, a cargo de la empresa Euroklima.

El presidente de la entidad deportiva explica que «una vez concluida la obra civil», ahora queda pendiente la llegada de las máquinas de calor que se encargaron a Italia en mayo y está previsto pisen suelo de la capital a mediados de este mes para su ensamblaje.

Estévez apunta que llevará «como un semana de trabajo ensamblar todo lo que es la parte de control que ya está aquí con la parte de producción de calor, que son esas máquinas». Con lo que calcula que «a final de agosto estará ya acabado y a principios de septiembre tienen que estar dando calor a las tres piscinas», lo que supone que «habrá un tema menos que cubrir».

Añade que estas maquinas de calor cuentan con unas dimensiones considerables. «Tienen que ser un mastodonte», dice, por eso señala que para proceder a su descarga han tenido que solicitar al Ayuntamiento capitalino un permiso de «ocupación del carril». Ademas, añade que realizar esa labor de traslado del equipamiento hasta las instalaciones del espacio deportivo se va a prolongar por espacio de «unas seis horas».

Estevéz confía en que esta mejora se traduzca en un crecimiento de la masa social pues será la primera vez que el club tenga «las tres piscinas climatizadas».