Las Palmas de Gran Canaria
En marcha el enésimo intento para desalojar Fuente MoralesEl Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria dicta de nuevo el desalojo del okupada Aula de la Naturaleza en el Guiniguada, abandonado hace más de una década
La historia de lo público está repleta de episodios surrealistas. Ese es el caso del Aula de la Naturaleza de Fuente Morales, radicada en el pulmón del Guiniguada, una propiedad municipal que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha intentado recuperar en repetidas ocasiones sin éxito y por la que vuelve a la carga tras dictar una nueva orden de desalojo.
La cronología es tan larga como disparatada. Por invertir el relato, vamos al final. Fuente Morales está okupada. Ya lo estuvo antes y el Ayuntamiento lo intentó resolver sin éxito. En los últimos meses de 2022 su morador era un vecino de La Paterna, que utilizaba la infraestructura para criar, entre otras cosas, gallos de pelea. En febrero de este mismo año la Policía verifica que este hombre, junto a una mujer, seguían haciendo uso de las instalaciones y que estas estaban además pobladas de desechos de vehículos y de todo tipo de restos. Se dicta una resolución.
Esta procede a iniciar los trámites de desalojo pero cuando se va a comunicar oficialmente esta orden los agentes se encuentran allí a un nuevo morador, que es el que obliga a que se le incorpore al procedimiento y consigue de esta forma dilatar la salida de los ocupantes de este patrimonio público. Un dislate.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en una resolución del área de Urbanismo concreta ahora la expulsión del recinto de esta tercera persona. Por lo que en los próximos días se le será notificado y tendrán que abandonar un establecimiento que lleva con su actividad frenada desde el año 2013.
La resolución municipal habilita, a su vez, la posibilidad de que en caso de que los moradores actuales de Fuente Morales no acaten la orden de abandonar las instalaciones se podrá recurrir a las medidas de auxilio de los cuerpos de seguridad para producir a su salida forzada del recinto.
Con esta última resolución el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aspira a zanjar por fin este capítulo dantesco de la historia de la ciudad y poder poner al servicio de la ciudadanía un espacio singular para el que están previstas una serie de acciones de recuperación, en consonancia con el intento de darle un nuevo uso a la infraestructura y dinamizar la vida del pulmón verde de Las Palmas de Gran Canaria. Una joya maltratada.
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La familia que okupa Fuente Morales ha sido informada en todo momento de que el edificio es propiedad municipal y de las intenciones que se tienen al respecto. Pero se han atrincherado y hasta encontrado lagunas jurídicas que han impedido al gobierno de la ciudad su recuperación, cayendo en un laberinto infinito que se prolonga ta por más de cuatro años.
Fuente Morales está en el interior del Guiniguada y sus posibilidades como aula ambiental han sido claramente remarcadas por los distintos gobiernos de la ciudad que pretenden su recuperación. Su uso será variado, incluso se plantea la posibilidad de incluir en sus instalaciones una tienda, un restaurante y un área de pernoctación para los senderistas que utilizan el camino que de Las Palmas de Gran Canaria parte desde el Pambaso y desemboca en las faldas del Jardín Canario.
Ahora con esta nueva resolución de desalojo queda la incógnita de que este último intento de recuperar Fuente Morales se cumpla o vuelva a ser un estrepitoso fracaso.
