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Los permisos a las terrazas se concederán por cuatro años

Los permisos a las terrazas se concederán por cuatro años

El Ayuntamiento ha decidido modificar la renovada ordenanza de las terrazas para ampliar el plazo de concesión de dos a cuatro años, según anunció el concejal de Urbanismo, Javier Doreste. Además, se concederá más tiempo a los empresarios para adaptarse a la nueva norma

Javier Darriba

Jueves, 1 de enero 1970

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El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado en la Junta de Gobierno, que se celebró ayer, el nuevo texto de la ordenanza reguladora de la instalación de terrazas en suelo público. Entre las principales novedades que tiene el documento respecto al proyecto inicial se encuentra el hecho de que se duplica la duración del permiso, al pasar de los dos años iniciales a los cuatro años; y que además, se amplía el plazo, de uno a dos años, para que los empresarios adapten sus terrazas a los nuevos condicionantes que impone la norma.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, detalló a este periódico que los cambios vienen dados, básicamente, por la necesidad de aliviar la carga burocrática que genera este negocio, que ha crecido en torno a un 30% en los últimos años, según los datos que maneja el Ayuntamiento, lo que ha generado problemas de convivencia con vecinos en Las Canteras, Farray o El Pilar.

La norma da un margen de uno a cuatro años de vigencia a los restaurantes y bares con terraza. Y en este caso se ha optado por el plazo máximo permitido.

El edil indicó que se habían aceptado algunas de las propuestas hechas por empresarios y otras formaciones políticas.

La nueva ordenanza de terrazas, tras su aprobación por la Junta de Gobierno de la Ciudad, deberá pasar por comisión y luego al pleno de fin de mes, antes de volver a someterse a exposición pública.

En cuanto a los dos años que se ofrecerá a los empresarios para adaptarse a los nuevos requerimientos, se trata del tiempo que las terrazas tendrán para cumplir exigencias como garantizar que no impidan la libre circulación de peatones, que no obstaculicen la entrada y salida de edificios y portales, que no representen obstáculos que dificulten el desplazamiento de personas con movilidad reducida, que no tapen señales de tráfico o bocas de riego, y que no invadan las salidas de emergencia, entre otros. Entrando más en detalle, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria podrá exigir que las sillas y mesas estén separadas de la fachada 1,8 metros. Y se fija un radio de 1,5 metros en torno a una salida de emergencia como espacio libre de terrazas.

Desde el grupo municipal de gobierno, el edil Doreste siempre ha planteado la necesidad de establecer un equilibrio entre el ocio ciudadano y el derecho al descanso de los vecinos, así como la conciliación del uso público de la calle y su aprovechamiento particular.

La capital grancanaria tiene en estos momentos algo más de 700 terrazas, de las que en torno a un 80% tienen la autorización municipal correspondiente.

Polémica

La aprobación inicial de la nueva ordenanza reguladora de la instalación de terrazas en suelo público generó una gran polémica en octubre del año pasado ya que una aplicación estricta de la norma podría acabar reduciendo el número de mesas y sillas que en estos momentos existen en zonas como Farray, algunos puntos de Las Canteras o la plaza de España.

Además, hay que recordar que el texto normativo prohíbe las actuaciones musicales en directo con «equipos de reproducción amplificación sonora» o la emisión de partidos de fútbol y otros eventos deportivos que generen escándalo y alteren la convivencia vecinal.

Toda la oposición criticó en su momento la regulación municipal.

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