La Justicia del menor tira «los biombos a la hoguera» con la Casa de la Infancia
Tribunales ·
El primer juzgado de violencia contra la infancia de España y el IML trabajan de la mano en la construcción de la Casa de la InfanciaEl magistrado Tomás Martín -que será el titular del primer Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de España-, junto a María José Meilán, Eva Bajo y Mónica Rincón como responsables del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (IML), perfilan los últimos detalles de la construcción de la Casa de la Infancia, una infraestructura que será el punto de partida de la etapa «de los biombos a la hoguera», como describió Martín al referirse que los menores víctimas o testigos de procedimientos penales ya no tendrán que seguir pisando sedes judiciales.
Esta Casa de la Infancia se construirá en el IML en unas obras ya licitadas y a punto de comenzar y estarán basadas en el pionero concepto 'Arquitectura de la Víctima' que se aplicará por primera vez en Europa: «Lo vi más sencillo cuando me explicaron cómo tenía que ser la zona de oncología infantil en un hospital y la influencia de la misma en los pacientes. Vamos a preparar un espacio amable y tranquilo para que el niño entre en un juicio de forma telemática fuera del edificio judicial sin que sea traumático. Se diseñará el edificio para las personas y no solo para las necesidades», detalló Martín.
Este Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia lo asumirá el de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria y contará con la estructura más novedosa del mundo para el trabajo con menores víctimas o testigos desde la perspectiva de la medicina legal con la creación de la Casa de la Infancia: «Hoy estamos en la etapa de los biombos a la hoguera ya que no hay justificación razonable procesal que pueda perjudicar a un investigado o que perturbe alguna de las garantías de un proceso como para que un menor tenga que entrar en una sala. Eso solo puede considerado una anomalía», expuso.
Desde que el CGPJ dio a este órgano judicial la oportunidad de arrancar un proyecto piloto integral y único en el mundo, todos los agentes implicados se pusieron manos a la obra para ejecutarlo. El mismo, que durará dos años prorrogables a tres, se pondrá en marcha -previsiblemente- después del verano y cuenta con la medicina legal y la psicología forense como uno de sus ejes principales. «Se le tiene que otorgar a a esa rama la facultad de resolución vinculante en cuanto a las medidas de protección a niños y adolescentes», dijo Martín. «Estoy orgulloso de ser canario y no me da miedo usar las palabras vanguardia, pionero o avanzadilla cuando me refiero a esta realidad. Queremos transmitirla y que se expanda, ser un espejo con un buen espíritu que pretenda demostrar que es posible crear nuevos modos de trabajo», manifestó ilusionado el magistrado.
Para la directora del IML, María José Meilán, este proyecto «no es una lotería que nos ha caído sino es un trabajo de años hecho por todos». Para Meilán, la ampliación del IML es un proyecto de largo recorrido que ha ido evolucionando para que los menores puedan huir «de los juzgados tradicionales» con una nueva visión que introduce el concepto de «espacios en los que puedan sentirse arropados y alejados de la Ciudad de la Justicia. La tecnología permite una actuación diferente y menos agresiva», destacó.
Rapidez en la obra
La directora, que espera que la obra concluya «lo más rápido posible», dijo que contarán con una unidad de valoración integral como las que funcionan en el ámbito de la violencia de género y estará compuesta por un médico, un psicólogo y un trabajador social. «El menor tiene que ser acogido también de esta forma integral y trabajaremos con personal especializado ya que esta labor requiere ganas, dedicación y formación», expuso Meilán.
En la misma línea, Eva Bajo -subdirectora del IML-, anunció que esta unidad de valoración pionera en Europa aplicará un modelo que atenderá al menor «de forma integral y holística contemplando todos los aspectos importantes y su posible daño social. Solamente con esta visión coordinada y multidisciplinar se hará una buena valoración y trasladaremos unas buenas recomendaciones en relación al menor», declaró la forense.
Se trata de un «proyecto ilusionante y un reto» porque el espíritu de estas unidades es la especialización porque este tipo de violencias deben de ser valoradas por profesionales que las conozcan muy bien y por eso buscamos los perfiles que sean adecuados
Por último, la psicóloga forense Mónica Rincón recordó que «se hizo un esfuerzo» desde 2015 en «adaptar los espacios a la infancia y adolescencia y esa es la base de lo que hacemos hoy. Este modelo recibió el Premio a la Calidad de la Justicia del CGPJ y es el ideal», profundizó que se lamentó de que en la actualidad solo haya seis psicólogos en el IML de toda la provincia de Las Palmas.
El trabajo que llevará a cabo este proyecto será recogido en una memoria e investigado en un Juzgado de Instrucción que actuará como especializado y asumirá los asuntos penales que prevé el proyecto de Ley como los delitos contra la libertad sexual y trata de seres humanas en los que alguna víctima sea menor.
Los recursos son fundamentales para el éxito de este proyecto
Uno de los retos que afronta este Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia y la Casa de la Infancia es ejecutarlo con éxito usando los medios humanos disponibles actualmente.
Por una parte, el Juzgado de Instrucción número 3 seguirá trabajando con su dinámica habitual, aunque como un juzgado especializado, contando con un fiscal experto en la materia y en la prueba preconstituída como es Luis Estévez. En principio no contarán con refuerzos de personal y cada tres o seis meses harán una valoración de la carga de trabajo que tienen. «Estas herramientas y la buena sintonía que hay entre todos ayudará a optimizar recursos y no incrementará la carga de trabajo existente», dijo al respecto el magistrado Tomás Martín.
Mientras tanto, en el IMLavanzan que necesitarán refuerzos, «pero en todo caso arrancaremos con lo que tenemos», dijo Meilán. «Es importante que se asegure la continuidad del personal especializado de la unidad y no sean contrataciones temporales», añadió, exponiendo que lo ideal para este proyecto es contar con un equipo de dos médicos, tres psicólogos y un trabajador social. «Carecemos de psicólogos ya que hace años que no se incrementa la plantilla aunque la Dirección General trabaja en una RPT con incremento de personal, pero ahora mismo seguimos con estas carencias», se lamentó.
Todos los protagonistas de esta iniciativa participarán en una memoria que evaluará la capacidad de un servicio pionero. «Es una experiencia piloto de dos años prorrogables a tres y analizaremos todos los datos que podamos tener del funcionamiento del juzgado, sus posibles mejoras y demás cuestiones de interés. Es un campo de estudio básico y científico para la atención judicial hacia el menor fundamental para que esos futuros juzgados no arranquen desde cero», destacó Martín.