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Los vecinos reclaman que se mejore la señalización de una vía que carece de aceras. JUAN CARLOS ALONSO

«Esta carretera tiene mucho peligro»

Vecinos de Almatriche Bajo denuncian el riesgo que afrontan al transitar por la GC-310, una vía sin aceras. Dicen que se agrava en el caso de personas mayores

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 24 de diciembre 2022, 00:00

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Jerónimo Molina, a sus 91 años, ya no sale de su casa sin el chaleco reflectante que comenzó a utilizar tras sufrir un atropello cuando cruzaba un paso de peatones en la carretera general de Almatriche, en febrero pasado. «Estuve cuatro meses con curas y rehabilitación y me han quedado secuelas», dice quien presume de habitar «la primera casa que se construyó» en la parte baja del barrio y que pide medidas para que lo que le ocurrió a él no se repita con otro residente.

«El coche salió despacio y por eso lo puedo contar», explica en referencia al percance que sufrió mientras atravesaba la vía por el sitio habilitado para ello para dirigirse a desayunar al bar al que suele acudir. Dice que los coches pararon pero, un vehículo que salía de la calle Acebuche para incorporarse a la GC-310, no se percató de su presencia. «Los pasos de peatones no se ven, tienen que pintarlos y mejorar la señalización», reclama quien reconoce que salvó la vida de milagro.

«No lo vio porque ahí no hay visibilidad», apunta Loli Molina, hija de Jerónimo, que ha sido testigo de lo mal que su padre lo ha pasado. «Tenían que venir todos los días a hacerle las curas porque las quemaduras del asfalto fueron horribles, incluso tuvo que tomar antibióticos porque, de la caída a suelo, el glúteo se le reventó. El médico nos dijo que era por la edad, pero la edad la tenía antes del accidente», relata.

Añade que no se trata de algo puntual, porque esta misma semana casi se repite la misma circunstancia. «Un coche rebasó al camión de la basura, que estaba parado, y mi padre cruzó y casi lo revienta otra vez, porque los coches aparcan mal», dice, incluidos los de reparto.

Los afectados demandan una solución a un problema que afrontan cada día. Juan Carlos Alonso
Imagen principal - Los afectados demandan una solución a un problema que afrontan cada día.
Imagen secundaria 1 - Los afectados demandan una solución a un problema que afrontan cada día.
Imagen secundaria 2 - Los afectados demandan una solución a un problema que afrontan cada día.

«Esta carretera tiene mucho peligro», confirma Santiago Molina, también hijo de Jerónimo, que reclama para la seguridad de su padre y del resto de residentes en esta zona «que dejen la calle con una sola dirección y que la bajada sea por Juan Hidalgo».

Considera que solo con esta medida se salvarían muchos de los riesgos que afrontan quienes deben transitar, en el mejor de los casos, por el arcén de la carretera general. Pero en la mayoría de las ocasiones deben hacerlo por la calzada, conviviendo con vehículos que afirma que no respetan la limitación de 40 km/h que rige en la vía.

Sin aceras

«Muchos no respetan», confirma Cecilia Suárez Alemán, vecina de toda la vida de Almatriche Bajo que cada día se topa con el inconveniente de tener que transitar por una vía que no tiene «una acera para pasar» y la obliga a ir «pegadita» a la carretera.

«Para venir al Spar o ir a la farmacia y para coger la guagua tengo que ir muchas veces por la carretera, porque hay coches mal aparcados», dice quien se sirve de un taca taca para desplazarse. «Los camiones y las guaguas son los que más me respetan y van despacio cuando me ven», apunta. Por eso pide más seguridad para quienes como ella tienen problemas de movilidad.

Beatriz Sota confirma que los vehículos «no respetan el paso de peatones». Una realidad que afecta de manera singular a personas que como ella usan bastón.

Velocidad

«Es un peligro muy grande para la gente mayor, porque vienen con bastón, con taca taca y luego salen cargados con sus bolsas», ratifica Rita Cabrera, encargada del supermercado Spar que se encuentra situado a la orilla de la carretera general.

«Hasta yo misma lo sufro cuando dejo el coche lejos», dice en alusión a que es un problema que afecta a todos, incluidos los niños, «por si se te sueltan un momento, porque los coches pasan pegados y la mayoría de ellos no respeta la velocidad. Y no solo coches, pasan camiones y guaguas de colegios y te tienes que quitar porque te llevan por delante».

Ayoze Sarmiento, repartidor de Aguas de Teror, es la prueba de que nadie está a salvo de protagonizar un percance. «Casi me levantan para el aire, casi me coge un coche porque no se ve y la gente pasa muy rápido», dice sobre la situación que acaba de vivir mientras realiza su trabajo.

Medidas

Fernando Miguel Mico, portavoz de la plataforma ciudadana Almatriche Bajo, entiende que «las aceras no se hacen de hoy para mañana», pero demanda al Ayuntamiento «mantenimiento» para la vía.

También Hipólito Santana, que lleva 50 años residiendo en la zona, pide que se pongan «guardias muertos».

Jesús Alonso, por su parte, insiste en que «hay coches que no respetan los pasos de peatones» y pide que se rebaje el límite de velocidad en la cercana calle San Germán «de 40 km/h a 20 km/h».

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