La capital pierde 9.393 empleos en el último año y el paro sube a niveles no vistos desde 2015

La crisis asociada a la paralización de la actividad que ha venido de la mano de la pandemia de coronavirus sigue ahondándose. En la ciudad, en febrero se sumaron 491 vecinos más a la cola del paro. Así, el número de desempleados alcanza ya los 48.568, una cifra no vista desde junio de 2015, cuando los registros marcaban los 48.776 personas que buscaban un trabajo en esta ciudad.

Todavía queda lejos el techo de casi 56.400 parados que se alcanzó en abril de 2013 pero las dimensiones del estancamiento son tan grandes que ahora mismo es complicado aventurar que no se va a llegar a este punto.

En favor de la curva estadística del paro juegan las personas que no han engrosado la lista del paro porque se aferran a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En esta situación se encuentran en estos momentos otras 37.689 personas, según los datos del Observatorio Canario de Empleo. A los ERTE se acogen 5.235 empresas, la mitad de ellas en los sectores de la hostelería y el comercio.

La pequeña reactivación económica durante las últimas navidades contribuyó a que desde octubre no se hubiera presentado ningún ERTE en la capital grancanaria. Sin embargo, a partir de enero ha vuelto a producirse una efervescencia de peticiones: en el último mes se han acogido a este sistema 167 nuevas empresas en la ciudad.

Pese a la profundidad de la herida, el comportamiento de la capital sigue siendo algo mejor que el de su entorno, lo que se explica en buena medida por la fortaleza económica del Puerto. Solo así se entiende que la variación interanual del desempleo en la ciudad haya subido un 23,98%, mientras que en Gran Canaria es todavía mayor (+28,32%), y no digamos en Las Palmas (+36,51%) o a nivel de Canarias (+36,39%).

En cuanto a sexos, en estos momentos hay 21.843 hombres y 26.725 mujeres sin trabajo. Y por edades, los datos del Consistorio capitalino demuestran que el desempleo es especialmente cruel con los jóvenes. Así, el paro ha crecido un 60,56% en el último año para los menores de 25 años; un 32% para el grupo de edad comprendido entre los 25 y los 44 años; y algo menos de un 15% para los que tienen entre 45 y 65 años.

Sin embargo, en términos absolutos, son los mayores los que más desempleo sufren. Los del último tramo de edad concentran el 53% del número total de parados que hay en la capital. En cambio, los jóvenes solo representan el 8% del paro registrado.

La crisis no solo presenta síntomas en forma de destrucción de empleo, sino también en la reducción de la contratación. Si en enero se registraron 9.185 contratos, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, en febrero solo se alcanzó la cifra de 8.280, un total de 905 menos. El descenso intermensual, que alcanzó casi un 10%, se eleva casi al 37% en la comparación interanual. Esto significa que entre febrero de 2020 y el de 2021, se dejaron de firmar 4.780 contratos de trabajo.

¿Y dónde se ha dejado de contratar? Pues básicamente en los sectores de la hostelería (-79%), de la agricultura (-44%) y del comercio (-32%). Solo se ha producido un incremento importante en la construcción, que es el único que tiene vigor para mantener las contrataciones en niveles positivos.

El Ayuntamiento ha suspendido las tasas para tratar de aliviar la situación de las empresas pero desde la oposición se considera que su esfuerzo no solo es insuficiente, sino que además mantiene trabas a la actividad económica, como la orden de levantar las terrazas exprés.

El viceportavoz del PP, Ángel Sabroso, dijo ayer que «con acciones como ésta llegaremos al verano con 50.000 parados» y alertó que «nuestro municipio está asumiendo la mayoría de la destrucción del empleo».

Por parte de CC-UxGC, David Suárez, se mostró crítico con el Instituto Municipal de Empleo y Formación, «que no llega ni al 2% de los desempleados de la ciudad». Señaló que el pacto aparta la mirada ante este problema.