El Ayuntamiento autoriza cuatro terrazas de las sesenta peticiones llegadas hasta el momento

Esta cifra representa apenas un 6% de todas las peticiones, en la línea de lo anunciado en su momento o por el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, quien indicó en abril que se acabaría por retirar la gran mayoría de las terrazas que proliferaron sin permiso durante la pandemia.

Se refería a las llamadas terrazas exprés, que fueron toleradas para permitir que los negocios compensaran las restricciones de aforo interior que fueron impuestas en el marco de la estrategia de control sanitario del coronavirus.

Del número de sesenta solicitudes llegadas desde el 1 de enero, han sido rechazadas catorce, bien denegadas, bien archivadas o inadmitidas a trámite.

Otras catorce están pendientes de que se cumpla el plazo para proceder a su denegación o archivo.

Esto hace un total de veintiocho las que ya no podrán instalarse en las calles de la capital.

En cuanto al resto, cinco están a la espera de que se abra el expediente correspondiente, mientras que otras veintitrés están pendientes de informe técnicos y/o jurídicos que tiene que emitir el propio Ayuntamiento.

El Ayuntamiento anunció un refuerzo del servicio de Actividades Clasificadas con personal de la sociedad municipal de gestión urbanística (Geursa), pero hasta el momento solo han completado la tramitación un total de dieciocho expedientes (30%) en algo más de cinco meses.

La incertidumbre sobre el futuro de las terrazas exprés sigue marcando el futuro de este modelo de negocio que tiene los días contados ya que apenas quedan veinte días para que los empresarios retiren todas las mesas y sillas que ocupan espacio público y que no tienen autorización.

En el último pleno se aprobó de manera definitiva una modificación de la ordenanza que supone que ya no es necesaria la ordenación previa de la zona en cuestión para que el hostelero pueda recibir autorización a la instalación de terrazas.

Sin embargo, siguen vigentes los otros requisitos que se imponen a la ocupación del suelo púbico con mesas y sillas, lo que hará muy complicado el mantenimiento de las terrazas exprés tal y como están ahora.

En todo caso, desde el Ayuntamiento siempre se asegura que aquellas terrazas que no ocupen más del 50% del espacio público, ni que afecten a la movilidad de los viandantes o perturben el derecho al descanso de los vecinos podrán seguir.

La asociación de vecinos Triana-San Telmo presentó alegaciones contra la modificación de la ordenanza por entender que el aumento del número de terrazas en los dos últimos años supone un «trastorno» para los ciudadanos y una «vulneración de sus derechos fundamentales».

La asociación pedía «el desalojo de las terrazas de las zonas residenciales y su situación en sectores del territorio con predominio de suelo de uso terciario recreativo».

El Ayuntamiento desestimó esta alegación por entender que no se ceñía a la modificación de la ordenanza sino que era una causa general contra las terrazas.