Amasijo de hierros en Las Canteras
Las obras de la nueva biblioteca Josefina de La Torre, en La Cícer, debían estar rematadas el año pasado pero su estructura a medias se ha convertido en una incómoda imagen en el paisaje de la emblemática playa capitalina. Urbanismo dice que la constructora no está trabajando porque hizo un ERTE por el estado de alarma.
Fue Manuel Padorno el que incidió en cómo Josefina de la Torre había convertido Las Canteras en elemento poético, siendo para ella esta proa encarada de Las Palmas de Gran Canaria al Atlántico «parte fundamental de mi vida, de mi infancia, de mi poesía». Por eso es de justicia que la nueva biblioteca municipal que se está construyendo en La Cícer mantuviera el nombre de aquella mujer que soltó los nudos de las ataduras de su época y se convirtió en una de las dos únicas féminas de la Generación del 27. Lo que no es de justicia es el estado de las obras de dicho edificio, pasado de plazo de ejecución hace meses y con una actividad inexistente.
Desde el área de Urbanismo explican que VVO, empresa a la que fueron adjudicados los trabajos, presentó un ERTE por el estado de alarma y se está a la espera de que retomen la edificación. Lo que es una realidad ajena a discusiones es que la nueva infraestructura cultural, planificada en una zona remodelada de la playa en la que sí que están operativos desde hace tiempo el complejo deportivo privado y las instalaciones de la Cruz Roja, es solo un amasijo de hierro y cemento desde al menos tres meses antes de la eclosión de la pandemia.
Los vecinos y comerciantes de la zona de La Cícer muestran su malestar con el abandono de los trabajos y el impacto visual que las obras a medio hacer representan en el corazón de la playa urbana. «Aquí no se ve a nadie desde antes de que comenzara el estado de alarma por la pandemia. Parece Chernóbil», señala un transeúnte que coincide en la zona con la realización de este reportaje.
La construcción de la nueva biblioteca Josefina de la Torre se anunció en el mes de abril del 2018, hace ya más de dos años. En aquel momento se explicó que la nueva infraestructura, que se haría con inversión del Fondo de Desarrollo de Canarias, tendría un coste de 1.273.804 euros y que presumiblemente estaría terminada para el mes de abril del pasado 2019.
Eso no se ha cumplido. Y tras ese primer anuncio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se fueron dando distintos plazos, los últimos de ellos para el pasado verano del 2019.
Al pasar por la obra de la nueva biblioteca apenas se percibe vida en el entorno. Está levantada una planta, todavía a hormigón visto, y el resto del solar está lleno de hierros para apuntalar la frágil estructura puesta en pie.
VVO recibió en diciembre de 2018 la concesión de la obra, y allí se encuentran el cartel con la información pública de la construcción y las oficinas de obra en la que de vez en cuando se ve a algún responsable del proyecto.
Sin embargo no hay actividad en su entorno que demuestre que la biblioteca que llevará el nombre de una de las figuras más relevantes de las artes canarias esté próxima a su finalización y su disponibilidad para los ciudadanos.