Antonio Morales, José Mazuelos y Francisco García, durante la firma del convenio. / david delfour

Una inversión de 610.000 euros reforzará la cimentación de la iglesia de Santa Lucía de Tirajana

El templo se está hundiendo por la parte de trasera de la nave de la epístola. Las obras las financian Cabildo, Ayuntamiento y Obispado y durarán entre 12 y 14 meses

Gaumet Florido
GAUMET FLORIDO Santa Lucía de Tirajana

Un convenio a tres bandas permitirá invertir 610.000 euros para reforzar la cimentación de la iglesia de Santa Lucía de Tirajana. El suelo sobre el que se construyó entre 1907 y 1916 está en parte formado por arcilla, limo y cenizas volcánicas, una base poco estable que está dando lugar a la formación de grietas muy preocupantes y al hundimiento del pavimento en la parte trasera del templo, entre el altar y la nave de la derecha, la de la epístola. No presenta riesgo de derrumbe inminente, pero si no se le pone remedio puede que llegue a colapsar.

Las obras serán financiadas por el Cabildo de Gran Canaria, que aporta 200.000 euros, el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, con 350.000, y el Cabildo catedralicio, con 60.000. Esta cooperación a tres bandas se ha materializado mediante un convenio que fue firmado este miércoles en la propia iglesia por el presidente insular, Antonio Morales, el alcalde, Francisco García, y el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos. También acudió el consejero de Presidencia del Cabildo, Teodoro Sosa, de donde salen los fondos para estos trabajos.

El arquitecto Ricardo Santana, autor del proyecto, explicó brevemente que los trabajos consistirán en el refuerzo de la cimentación del lado del templo que está en riesgo y en la demolición y reconstrucción de los salones parroquiales que están detrás del altar. Estos últimos, según informó el alcalde, datan de los años 50 o 60 del siglo XX y no tienen valor arquitectónico, de ahí que se opte por su derribo. En todo caso, el nuevo edificio respetará la fachada anterior para mantener la estética arquitectónica del entorno de la plaza.

Preocupante grieta en la pared de la nave de la derecha o de la epístola. / David delfour

La cimentación de la iglesia será reforzada mediante la colocación de dos encepados, como si fueran zapatas, que recrecerán la cimentación del paramento de la nave derecha por ambos lados, por fuera y por dentro de la iglesia. Además, llevarán unos micropilotes que atravesarán esos encepados y que llegarán hasta la profundidad del firme, hasta donde esté la piedra de basalto, a entre 9 y 14 metros bajo la rasante. Se colocarán uno cada metro y medio. Unas vigas puentes de acero atravesarán de un lado a otro encepados y muro.

Las obras tienen un p lazo de duración previsto de entre 12 y 14 meses y la idea es que comiencen en breve. La iglesia está en fase de contratación de una empresa especializada. Y existe la posibilidad, aunque todo depende de lo que se encuentren cuando empiecen las obras, de que se pueda mantener abierta al culto, y por tanto, a los oficios de la liturgia, la nave de la izquierda o del evangelio, dado que, en principio, no está afectada por las obras.

Santana explicó que las nuevas dependencias parroquiales contarán con una planta más, de dos pasa a tres, aunque esa de más irá en semisótano, bajo rasante, donde se habilitará un gran salón para almacenar tronos, imágenes y otros bienes muebles de la parroquia. Se habilitarán un despacho para Cáritas, aulas para reuniones y catequesis, además de aseos.