

Secciones
Servicios
Destacamos
Cabildo y Gobierno de Canarias han trasladado al Ministerio para la Transición Ecológica un acuerdo conjunto para ordenar la implantación de la eólica marina en aguas de Gran Canaria que propone alejar los aerogeneradores a un mínimo de 8 kilómetros de la orilla y limitar su instalación a las «dimensiones estrictamente necesarias» en la zona de mayor potencial del Sureste, entre Gando y Pozo Izquierdo y fuera de la visión desde las playas turísticas del Sur, para alcanzar los umbrales de potencia previstos en las estrategias europea, nacional y autonómica.
La propuesta conjunta demanda una implantación ordenada y progresiva, bajo criterios de máxima eficiencia, mínima ocupación y mínimo impacto paisajístico, habilitando para una zona preferente para instalar entre 200 y 250 megavatios (MW) de potencia en 2030 y otra zona de reserva con capacidad para incrementar la potencia entre 900 y 1.000 MW en el año 2040.
La implantación de aerogeneradores en la zona de reserva, que no se abriría hasta colmatar la primera, deberá iniciarse en todo caso en el límite en contacto con la zona preferente. En todo caso será difícil que se instale algún aerogenerador marino antes de 2027.
También quieren que la ocupación de esas zonas siga un patrón óptimo de disposición de los aerogeneradores y que su distribución se ajuste a una trama que permita obtener el máximo aprovechamiento eólico y a la vez producir el mínimo impacto paisajístico posible.
La ordenación «podrá ser flexible en cuanto a las características de potencia de los aerogeneradores» a instalar, «pero debe ser estricta en cuanto a su disposición», señala el documento, de modo que las posiciones a ocupar por los aerogeneradores en función de su potencia y su altura «estén prefijadas, o respondan a unas reglas que garanticen en todo momento que no se desvirtúa la percepción de los parques como un conjunto ordenado y armónico», agrega.
Para lograr estos objetivos, el acuerdo entre Cabildo y Gobierno canario dibuja tres opciones. Las dos primeras son casi iguales en la disposición y superficie de las zonas preferente y de reserva, diferenciándose en la disposición del pasillo de entrada y salida de tráfico marítimo del Puerto de Arinaga, que se propone modificar.
Aunque la viabilidad de estas dos opciones está pendiente de confirmar por la Marina Mercante, permiten compatibilizar el tráfico marítimo con la implantación de aerogeneradores en la zona de mayor potencial eólico. Es particularmente propicia la segunda opción porque el pasillo quedaría en la frontera entre ambas zonas, sirviendo así de límite entre ambas.
Las dos primeras opciones incluyen 18 posiciones para aerogeneradores en la zona preferente. En ambas la superficie es de 35 kilómetros cuadrados, la profundidad oscila entre 750 y 1.000 metros y la potencia a instalar sería de 216 MW si son aerogeneradores de 12 MW y de 270 si fueran de 15 MW.
Además, estas dos alternativas permiten alcanzar la potencia de 200 MW con batimetrías inferiores a 750 metros, aleja los aerogeneradores a un mínimo de 8 kilómetros de la orilla y los sitúa fuera del cono de aproximación del aeropuerto.
La tercera opción refleja la posición del pasillo de entrada y salida del puerto incluida en el avance del Plan de Ordenación de la Eólica Marina (POEM) que tramita el Ministerio y es la que «resulta menos conveniente» porque ese pasillo «se dispone ocupando una de las franjas de mayor potencial eólico de la isla (y posiblemente del mundo).
Esto haría necesario ampliar ostensiblemente hacia el norte tanto la zona preferente como la zona de reserva» para alcanzar los umbrales de potencia previstos para 2030 y 2040».
Por esta razón, Cabildo y Gobierno canario defienden que, de ser ésta la opción elegida, la ocupación de la zona de reserva prevista en las dos primeras opciones que supera su límite norte requiera la previa revisión del POEM para que tanto su forma como su dimensión puedan ser reconsideradas en función de los desarrollos tecnológicos que existan en ese momento y el impacto contrastado de los parques marinos durante esos años.
La zona preferente de esta última alternativa tiene mayor superficie que en las dos primeras, 41,9 kilómetros cuadrados, y se mantiene el pasillo de navegación al puerto de Arinaga pero con la zona de reserva no gararantiza la potencia para la descarbonización de Gran Canaria prevista a 2040, que precisa de 950 MW. La potencia instalable entre la zona preferente y la de reserva es de 785.
Cabildo y Gobierno canario sostienen que la delimitación de zonas prioritarias y potenciales para la eólica marina del Ministerio se diseñó sin tener suficientemente en cuenta el impacto paisajístico, especialmente su repercusión en el turismo, el sector económico más importante del archipiélago y de la isla, destaca el documento.
La extensión superficial de las zonas prioritarias y la cercanía a la orilla de las zonas de alto potencial, que llegan al frente litoral de las áreas turísticas del Sur, junto a la ausencia de criterios que garanticen una ocupación ordenada, «arrojan una gran incertidumbre sobre los efectos que a medio y largo plazo pueden producirse sobre el paisaje, y en última instancia, sobre la economía y la calidad de vida de la población insular».
El mayor de esos polígonos está a menos de tres kilómetros de la orilla y frente a las Dunas de Maspalomas y las playas de San Agustín y El Inglés.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, confía en que las aguas de Gran Canaria entren en la primera subasta de potencia eólica marina en España que realice el Ministerio para la Transición Ecológica.
«Espero que sea en 2023 y ojalá no se retrase», declara sobre la propuesta de que las aguas del Sureste sean las primeras de España y del archipiélago en acoger aerogeneradores marinos comerciales. «Si es así nos convertiremos en un gran campo de experimentación y desarrollo», subraya el presidente sobre la implantación de la eólica marina.
Se trata de una actividad, mantiene, que «abre buenas posibilidades para la industria naval y de renovables y para la creación de empleo» en la isla.
El acuerdo con la Consejeria de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, que dirige José Antonio Valbuena, para ordenar la implantación de la eólica marina «es total», agrega Morales. «Hemos hecho un esfuerzo y al final se ha conseguido un buen acuerdo», destaca sobre el resultado de una negociación de varios meses.
El interés privado por instalar parques eólicos marinos en la costa este de Gran Canaria es notable. Ya son 14 los proyectos de distintas empresas que han empezado a tramitar su declaración de impacto ambiental en el Ministerio para intentar ubicarse en una de las mejores zonas de viento de España. Entre los 14 suman una potencia de 1.522 MW. La mayoría de los proyectos apuestan por aerogenerdores flotantes.
El mayor de todos esos parques virtuales es San Borondón, promovido por Iberdrola, que propone 17 aerogeneradores de 14 MW (238 MW en total) a tres kilómetros de la orilla, a una profundidad de entre 40 y 200 metros, en la costa de Maspalomas a Gando. En este caso van montados sobre plataformas flotantes y semisumergibles de acero y su altura sobre el nivel del mar es de 262 metros.
El último en iniciar los trámites es Pejeverde, de 225 MW de potencia, proyectado por Naturgy y que distribuye a lo largo de 14 kilómetros un total de 15 molinos de 15 MW frente a la costa de Telde, Ingenio, Agüimes y parte de Santa Lucía de Tirajana. Van desde la bahía de Gando hasta Pozo Izquierdo.
Solo este parque eólico ocuparía un área marina de 52 kilómetros cuadrados de superficie, a 6,5 kilóemtros de la orilla, con profundidades de entre 100 y 500 metros.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.