La cochinilla ya va camino de alimento
Investigación ·
Un análisis de la ULPGC respalda la inocuidad del insecto y otro privado revela su alto contenido proteico
Un estudio toxicológico solicitado por la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias (Acecican) al laboratorio Sertox, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), respalda la inocuidad de la cochinilla seca como ingrediente natural o funcional.
Esa es la conclusión a la que, según Acecican, llegaron en este laboratorio universitario público de reconocido prestigio y con técnicas validadas. Se analizaron cuatro submuestras por triplicado de cochinilla seca.
Si se entra de lleno en el terreno de las mediciones, lo que dice ese dictamen es que, según el Reglamento (UE) 2023/915, los niveles de arsénico, cadmio, mercurio y plomo encontrados en este insecto están dentro de los márgenes permitidos, «incluso si la cochinilla se utilizara como complemento alimenticio». Es más, están «muy por debajo de los límites máximos permitidos en alimentos».
Además, añade el informe que para el resto de elementos no existen límites establecidos en alimentos, por lo que no se emite juicio toxicológico definitivo, aunque los valores están en rangos compatibles con otros alimentos de origen natural.
El resultado de este informe ayuda a los recolectores de cochinilla a superar uno de los principales requisitos que ha de contar todo producto que aspira a ser un alimento: no ser tóxico. Pero es que, además, el único productor que queda en activo en Gran Canaria aporta otro análisis científico, esta vez realizado por Eurofins Análisis Alimentario Canarias, que viene a confirmar que la cochinilla seca producida por Canaturex en los barrancos de Ingenio «es uno de los alimentos más potentes del panorama nutricional actual».
Un superalimento
Según Canaturex, que gestiona Lorenzo Pérez, «los resultados son contundentes: la cochinilla seca alcanza un 53,1% de proteína, lo que la convierte en una de las fuentes proteicas naturales más concentradas que existen, incluso por encima de muchos productos cárnicos o suplementos comerciales». Se erige así en «una alternativa natural, sostenible y funcional para sectores como el deportivo, el alimentario o la ayuda humanitaria».
En un comunicado, Canaturex subraya que el perfil que revela este análisis científico hace de la cochinilla «una fuente proteica de alta biodisponibilidad y una excelente fuente de hierro natural, muy útil para combatir la anemia ferropénica en poblaciones vulnerables o con carencias nutricionales». Añade que, además, su bajo contenido en azúcares y grasas trans la hacen adecuada para dietas funcionales, clínicas y de control metabólico.
«Hemos pasado de un colorante natural olvidado a un alimento del futuro», subraya Pérez.
