La caja negra del Bentago Express se borró mientras estaba encallado en Agaete
La comisión que estudia los accidentes marítimos achaca a Fred Olsen, el capitán y la contrata que los datos de la travesía desapareciesen
El armador (Fred Olsen), el capitán del barco que encalló el 7 de enero de 2021 junto al Puerto de Las Nieves de Agaete y la empresa Especialidades Técnicas Electrónicas (Etel), encargada del mantenimiento habitual del Registrador de Datos de la Travesía (RDT), la caja negra del barco, «no cumplieron con la obligación de salvaguardar los datos del RDT, que habrían proporcionado información valiosa para la investigación y la elaboración de este informe y para la formulación de recomendaciones para mejorar la seguridad de la maniobra de atraque en este tipo de buques» de pasaje y carga.
Así lo señala el informe elaborado por la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos del Ministerio de Transportes sobre la embarrancada del buque Bentago Express en la baja Las Merinas durante la borrasca Filomena, que concluye que la causa del accidente «fue una ejecución fallida de la maniobra de entrada a puerto prevista por las condiciones meteorológicas adversas».
El informe desvela que la Comisión solicitó a Fred Olsen la realización de una copia de seguridad de todos los datos del RDT menos de 12 horas después del accidente, que la naviera pidió al gerente de Etel que viajara a Agaete y subiera al buque para hacerla y que, como el día 8 de enero no era seguro que nadie ajeno a los medios de rescate subiera a bordo, el gerente de Etel se puso en contacto telefónico con el capitán para darle las instrucciones necesarias.
Instrucciones erróneas
Sin embargo, según las declaraciones del capitán y del gerente de la citada empresa, las instrucciones que se dieron fueron para apagar la unidad electrónica principal del RDT, pero no para hacer copia de seguridad de los datos ya registrados. Además, el gerente de Etel «no ha querido explicar por qué consideró más conveniente no realizar una copia de seguridad de los datos antes de apagar el RDT».
El capitán siguió esas instrucciones, procediendo a apagar el aparato y a desconectar los interruptores magnetotérmicos que le dan alimentación eléctrica. Al día siguiente volvió a encenderlo y se iniciaron de nuevo todos sus componentes.
No fue hasta el día 15 de enero, con el barco ya desencallado y atracado en el Puerto de Las Nieves, cuando el gerente de Etel subió a bordo y confirmó que el RDT estaba encendido. Fue entonces cuando se produjo «una interrupción súbita» de los registros sin que se registrase previamente una orden de apagado del equipo. «Este es el momento en el que el gerente de Etel desconectó la unidad de memoria de la unidad principal sin haber realizado un apagado de la misma», relata el informe.
Datos irrecuperables
La Comisión comprobó, tras analizar la unidad de memoria presente en la unidad electrónica principal, que hasta el apagado del día 8 de enero en esa unidad de memoria se encontraban presentes los datos registrados desde el 5 de enero, lo que incluía por completo todo el día del accidente. El encendido del día 9 provocó que la RDT siguiese registrando datos y sobreescribiendo los más antiguos. « De esta forma el encendido provocó que los datos del día del accidente quedasen borrados».
Al respecto, el informe deja claro que «se tiene constancia de que los datos en la fecha del accidente fueron registrados, pero la sobreescritura los hace totalmente irrecuperables».
De haberse realizado una copia de seguridad de la caja negra del barco antes del apagado del día 8, «esta copia se habría mantenido protegida en la partición reservada y nunca podría haber sido borrada por la operación del RDT tras su encendido el día 9», agrega el informe de la Comisión del Ministerio.