La Banda de Agaete, un volador y La Aldea se lanzará otra vez al Charco
Un dispositivo especial de tráfico y de seguridad velará por la buena marcha de una tradición que puede llegar a atraer a 10.000 personas
Y llegó el día. Una receta con tres ingredientes: la banda de Agaete, un volador y un charco de agua salobre. ¿El plato? La fiesta de El Charco, una excusa para que La Aldea de San Nicolás se reencuentre este jueves con una tradición que se hunde en lo más ancestral de su historia.
El pueblo más al oeste de Gran Canaria enfila la recta final de sus fiestas en honor de San Nicolás de Tolentino y, como cada 11 de septiembre, esperará a las cinco de la tarde para situarse tras el perímetro exterior de cal que protegerá El Charco y, una vez el alcalde, Pedro Suárez, que se estrena en la tarea, suelte el cohete, lanzarse al agua a atrapar a mano los peces (lisas) que halle a su paso, en un remedo de la técnica del embarbascado con la que pescaban los indígenas.
Un fuerte dispositivo de tráfico y de seguridad, de entre los que solo la Guardia Civil aportará más de 50 efectivos, está preparado para recibir hasta 10.000 personas, aunque este año se espera una menor afluencia. El Ayuntamiento ha habilitado amplias explanadas para aparcar a la entrada del poblado de la playa.
A las 12.00 la Banda de Agaete liderará una romería de música y baile desde el puente hasta el muelle tras la que, a partir de las 14.00 horas, tendrá lugar el tradicional encuentro de parrandas en el Parque Rubén Díaz. Luego vendrá el volador.
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