El abogado de la familia de Yéremi encarga un nuevo informe criminólogo y pericial
Tribunales ·
El Imlcf concluyó que no hay evidencias de que Yéremi Vargas presentara signos de cianosis y Marcos García Montes pide que sea un gabinete de criminología quien realice un nuevo informeEl abogado de la familia de Yéremi Vargas, Marcos García Montes, ha mostrado su disconformidad con los diferentes informes realizados por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forensas de Las Palmas (Imlcf) que concluyen la falta de evidencia de que el niño presentara signos de cianosis y pide un nuevo informe pericial y criminólogo por parte del gabinete criminológico de los peritos judiciales Balfagón & Chippirrás, en unión del médico forense Manuel Carrillo, según declara en un comunicado.
El estudio de la cianosis de Yéremi fue solicitado por García Montes tras lograr la reapertura del procedimiento y de esta manera, probar la tesis que sostiene la familia de Yéremi sobre la incriminación de Antonio Ojeda, alias el Rubio, de su muerte. Si el niño padeciera de cinosis, se acreditaría que Yéremi sufría de una insuficiencia respiratoria que le dejaba la piel azulada en situaciones estrés, cosa que coincide con la confesión de el Rubio a un preso de confianza. Sin embargo, este último informe no lo confirma.
Falta de parcialidad
Según el abogado, los varios informes realizados por los médicos forenses de Las Palmas no habrían examinado de forma parcial otros estudios médicos del menor procedentes de hospitales públicos que fueron realizados tras su nacimiento, así como durante su posterior tratamiento por insuficiencia cardiaca.
Tras la última petición de ampliación y consiguiente respuesta por parte de la Imlcf, el letrado solicita realizar un informe pericial contradictorio con un gabinete de criminología y otro médico forense -Manuel Carrillo- con el objetivo de estudiar el último y así probar las «contradicciones» de sus conclusiones y confirmar que el niño padecía la enfermedad.
Indica además que se va a solicitar que declare la familia, amigos y personas vinculadas a la educación y tratamientos médicos para confirmar que «no solamente en su nacimiento sino con posterioridad, el menor sufría episodios de cianosis con coloración azulada de su cuerpo, consecuencia de estrés o preocupación y de complicaciones respiratorias como resfriados y otras patologías».