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54 solicitudes para apañadas de cabras entre este año y 2018

Los permisos de Medio Ambiente para las capturas de caprino asilvestrado en los montes públicos de los espacios naturales protegidos de Tamadaba, Guguy y el Nublo se comunicarán esta semana.Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo recibió 54 solicitudes para llevar a cabo nuevas apañadas de cabras asilvestradas en el periodo que abrió para ello el pasado mes de febrero. La próxima semana comunicará las autorizaciones para hacerlas en los montes públicos del Parque Natural de Tamadaba, la Reserva Natural Especial de Guguy y el Parque Rural del Nublo a lo largo de 2017 y 2018.

Casi el triple de solicitudes que las recibidas en 2016, cuando se registraron 21 y se autorizaron 19, son las que se han registrado esta vez en el Cabildo. El perfil de los solicitantes es, mayoritariamente, el de particulares de zonas rurales cercanas a los citados montes públicos.

Frente a la convocatoria anterior, la de 2017 no solo obliga a comunicar la fecha y el lugar de su realización con 24 horas de antelación, llamando al Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin), sino también a informar después del número de capturas. El objetivo es contar las cabras que sean eliminadas del medio natural, saber el grado de éxito de las apañadas y afinar el censo del ganado caprino asilvestrado que campa por Tamadaba, Guguy y el Nublo. Los datos parciales de 2016, cuando solo se avisó al Cecopin de media docena de intentos y en ningún caso de sus resultados reales, no resultan fiables.

Como el año pasado, las capturas no podrán introducirse en el circuito ganadero ni en el de consumo, por lo que deberán destinarse a uso particular, debido a la prohibición dictada en este sentido por la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.

La erradicación de las cabras asilvestradas de los espacios naturales y de monte público se debe a que ponen en riesgo a la fauna y flora autóctona, reducen mucho el éxito de las repoblaciones y pueden afectar a las tierras de cultivos en aquellas zonas más cercanas a asentamientos humanos.

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