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Manuel Lobos, ante la Casa de los Coroneles. JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS
Manuel Lobo: «La tradición inmemorial de cuidar los caminos se mantuvo hasta la apertura de las carreteras»

Manuel Lobo: «La tradición inmemorial de cuidar los caminos se mantuvo hasta la apertura de las carreteras»

El catedrático de Historia Moderna de la ULPGC estudia los pocos puertos que existían en Fuerteventura y los caminos antiguos que enlazaban la antigua capital, Betancuria, con el resto de pueblos

Catalina García

Catalina García

Puerto del Rosario

Domingo, 19 de diciembre 2021, 01:00

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El Archivo Insular acogió la presentación del libro 'Las comunicaciones históricas en Fuerteventura: caminos y puertos' del catedrático de la ULPGC.

- ¿Qué marcó el trazado de la red estable de caminos: la cercanía con Betancuria, la conexión con los puertos, el acceso a los manantiales?

- La red estable se configuró a partir de la Villa de Betancuria, desde donde salían los caminos en dirección tanto hacia el norte como hacia el sur y el este, además de la comunicación con los puertos tan necesarios para conectar con el exterior, a lo cual se añaden como sendas principales aquellas que tenían como fin permitir el acceso a las fuentes y manantiales.

- La tradición ganadera de llevar a pastar las cabras a determinados lugares, e incluso embarcarlas para Gran Canaria los años de sequía, es el arranque de una red primigenia de caminos en Fuerteventura.

- La red primigenia fue creada por los mahos, que luego fue reutilizada por los europeos y ampliada en algunos casos. Las vías pastoriles se mantuvieron durante bastante tiempo en las comarcas de Guise y Ayose.

- ¿Cuáles son las travesías principales y cuáles las secundarias?

- Los principales caminos comenzaron a construirse a partir de Betancuria, quizá los primeros y más necesarios eran los que se iban haciendo mientras se hacía la trama urbana con sus calles, pues casi todas las casas ubicadas en la Villa daban a un camino tal como se comprueban en las cartas de compraventa. A partir de aquí partían varios caminos considerados como los de la entrada a la Villa centrados en torno al macizo del mismo nombre; de ellos dos vías abrieron las comunicaciones, una que iba en dirección a Río de Palmas y otra igual de necesaria, elegida desde el mimo momento de la conquista que era el que iba al surgidero de la Peña Horadada, que a través del barranco desembocaba en Ajuy, pues por el entraban y salían personas y mercancías, razón por la cual eran los vecinos de la Villa los responsables de su mantenimiento. A estos se fueron uniendo otros caminos que enlazaban la Villa con la parte de Ayose al sur y la parte de Guise al norte, muchos de ellos a través de degolladas. El primero partía de Betancuria, tomando el camino de Rio de Palmas, para seguir por Pájara, Enduque, Tesejerague y Aldea Blanca, encontrando en el primer tramo del camino las tenerías de la isla. El camino de Guise y Maninubre iba enlazando el Otro Valle, Maninubre, Las Casillas y Chico, destacando el tramo que iba del Valle de Santa Inés a Betancuria, del cual salían otros ramales y veredas que se aproximaban al barranco, por ello era señalado dicho tramo por el cuidado. Otros tránsitos, considerados secundarios, y que se necesitaban eran aquellos que permitían a los vecinos acceder a sus tierras y en especial a las sementeras, razón por la cual los propietarios de acuerdo con sus medios y con ayuda de otros colindantes comenzaron a abrir caminos y veredas, tal como el que en 1603 se cita para acceder a una fuente y bebedero, conocido como el charco de Juan Melián, donde fenecía el camino de Hijero que tenía como fin último llegar a Gran Tarajal o para acceder a las rosas. La multiplicación de las sendas y veredas que se iban abriendo a partir de que nuevas tierras se ponían en cultivo, hizo que con el paso de los años el Cabildo para evitar tener más caminos fuera de su control, acuerda en 1622 que nadie abriera caminos.

- Es bonita la definición de camino según el Cabildo que usted recoge en el libro publicado por la Consejería de Cultura: por donde cabían dos camellos con sus angarillas.

- En este caso como ya señalé en el libro, el Cabildo da una normas muy precisas en cuanto al ancho de los caminos, pues no solo debían caber dos camellos con su angarillas en doble sentido sino también dos carretas tiradas por bestias.

- ¿Cuáles eran los puertos principales y secundarios y qué papel jugaban a la hora de trazar los caminos?

- Los puertos principales eran los de la Peña Horadada, del Tostón, de Caletas de Fustes y de Pozo Negro, a los cuales se fueron añadiendo, tanto en Barlovento como en Sotavento un número importante que recorrían casi toda la costa de Fuerteventura. Estos puertos facilitaron la construcción de una serie de caminos necesarios para poder comunicarse con el exterior y principalmente para exportar los cereales y el ganado, de los cuales Fuerteventura era prodiga.

- ¿Durante cuántos siglos perduró que los propios vecinos arreglaban los caminos a instancias del Cabildo, entonces en Betancuria?

- El arreglo de los caminos correspondía a los vecinos que limitaban con los mismos, y esta tradición inmemorial se mantuvo hasta el momento en que se abrieron las primeras carreteras en Fuerteventura.

- ¿Eran caminos reales los de Fuerteventura y cuáles son los caminos históricos a los que usted se refiere? ¿Cuál es la tipología de los caminos antiguos?

- El trazado y ejecución de los caminos determino también el sistema de medidas a emplear, de ellas la más característica e importante era la de ancho, que en Canarias se tomaba como patrón la soga toledana, que venía a medir aproximadamente unos seis metros y medio, así como aquellas que tenían que ver con la distancia. En Fuerteventura el Cabildo había establecido que había que procurar que por los caminos pudieran pasar simultáneamente y parejos dos camellos con sus angarillas, procurando que la anchura fuera de 24 pies, es decir unos 6,72 metros. A ello se añadía que los labradores en sus tierras debían dejar en el marco de sus linderos cuatro pies, un poco más de un metro, para que pudiera pasar una yunta o un camello con angarillas para evitar que dañaran las sementeras. Estas vías en época de lluvia se volvían poco transitables para el tráfico de personas como de mercancías y cabalgaduras, razón por la cual tenía que intervenir el Cabildo. Los caminos de Fuerteventura, en general, estaban alejados del litoral, fenómeno que va unido a lo poco poblada que estaba la costa, amenazada, a partir de la segunda mitad del siglo XVI, por los ataques de la piratería y el corsarismo berberisco, pero así y todo era posible atravesar la isla sin ascender más de 150 metros lo que permitía una facilidad de tránsito.

- ¿Qué nuevas carreteras se trazaron sobre los antiguos caminos? ¿Y, mucho antes, qué caminos de los mahos se usaron luego en la Fuerteventura postconquista?

- Las primeras y nuevas carreteras que se trazaron en Fuerteventura a partir del último tercio del siglo XIX y primera mitad del XX, se construyeron sobre los caminos principales que comunicaban el centro de la Villa con el norte, el sur y el este, ampliando luego a Puerto Cabras.

- ¿Qué caminos eran empedrados, aparte de la famosa carretera de Jandía que hicieron los presos políticos ya en el siglo XX?

- En Fuerteventura en general, dada la orografía del terreno, los caminos no eran empedrados, solo se ponían piedras en aquellos pasos malos que en invierno podían impedir la circulación como eran las cuestas y las vueltas.

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