La falta de respuesta estatal en inmigraciónre activa el malestar de Canarias en las Cortes

El aplazamiento de la anunciada visita a Canarias del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá -o el plantón, según cómo se interprete-, la nula información sobre las conclusiones de la comisión interministerial activada con urgencia para paliar la creciente ola de malestar y la falta de respuesta estatal pese a la gravedad de la situación ante el notable incremento de la inmigración irregular que llega a las islas han desencadenado una nueva oleada de iniciativas parlamentarias en el Congreso y el Senado para pedir explicaciones al Gobierno y exigir soluciones inmediatas.

Desde que entrado el año 2020 comenzó a verse un repunte del número de pateras ya se venían acumulando preguntas escritas y solicitudes de comparecencias de miembros del Gobierno en las dos Cámaras, que quedaron en su mayoría congeladas por el parón de la actividad parlamentaria durante los meses más duros de la pandemia. Pero en la última semana se han multiplicado las iniciativas al ritmo de los desencuentros con el Ejecutivo estatal.

El «profundo malestar» que expresó el presidente canario, Ángel Víctor Torres, por la postergación de la visita de Escrivá a las islas -inicialmente se le esperaba el 9 de 9 de septiembre- tuvo réplica inmediata en la reacción del ministro, que negó haber confirmado fecha alguna para su viaje a las islas y señaló que se desplazará a Canarias para conocer de primera mano la situación cuando su agenda se lo permita, una fórmula manida y hueca que se ha interpretado como una muestra de su falta de interés por buscar soluciones sin más demora. «Ha sido incapaz de dar una respuesta humanitaria y ahora dice que vendrá cuando tenga tiempo, es algo completamente inaceptable», señala el diputado de NC en el Congreso, Pedro Quevedo.

La llamada de Torres a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, para pedirle que ponga un poco de orden y atienda a la petición canaria de colaboración para abordar el fenómeno migratorio en todas sus facetas enrareció más el ambiente entre Canarias y Madrid. El importante revuelo político y mediático generado por el «desplante» del titular de Migraciones mientras cientos de inmigrantes seguían aún durmiendo en carpas en el muelle de Arguineguín llevó al Gobierno a convocar una comisión interministerial para el jueves entre el departamento de Escrivá y los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores.

Pero del contenido nada se supo. En el Ministerio de Migraciones tampoco sentó bien que se forzara una reunión interministerial sobre la marcha para acallar las quejas canarias y ni siquiera llegaron a confirmar su celebración. El departamento de Escrivá remitió todas las consultas al presidente Torres, que fue quien anunció el encuentro ante los medios, pese a que había sido la secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul, quien adelantó la reunión el día antes durante su participación por videoconferencia en el Foro Canario de Inmigración.

El unánime malestar ante la descoordinación y la inacción estatal en materia migratoria se ha traducido en nuevas peticiones de comparecencia de los titulares de Migraciones, Interior y Exteriores, y en decenas de preguntas al Gobierno sobre las múltiples facetas del fenómeno, desde las condiciones en las que se aplican las medidas de vigilancia y salvamento, la insuficiente capacidad de acogida, el trato a los migrantes, las repatriaciones y traslados para que puedan salir de las islas o la cooperación con los países de origen.

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