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«Nosotros vamos a cumplir con la norma como siempre hemos hecho pero es difícil cuando no sabes ni qué modelo de termómetro hay que comprar ni cómo ni dónde hacerlo». Con estas palabras se expresaba ayer el presidente de la Asociación Zona Triana, Carlos Bethencourt, cuando ya estaba en vigor el decreto de ahorro energético del Gobierno de España.
Según indica, sus asociados tienen numerosas dudas en cuanto al cumplimiento de la norma. «Por ejemplo, a fecha de hoy no sabemos si los 27 grados que piden son en tienda o en el aparato de aire acondicionado», indica Bethencourt, que apunta que siempre sucede lo mismo: «aquello que al politico le parece simpleo como es controlar el aire acondicionado, luego no lo es tanto».
Encontrar los termómetros adecuados, que además de la temperatura recojan la humedad relativa (se exige en la norma que esté entre un 30% y un 60%) tampoco es tarea fácil. No todos los proveedores cuentan con ellos. «¿Alguien me puede decir dónde encontrarlos?», se preguntaba ayer otro empresario del sector, que reconocía «estar muy perdido» con las exigencias de la norma, con lo que esperaba cierta flexibilidad en su aplicación.
«Confiamos en que no nos vayan a poner una multa ya cuando no nos han explicado bien cómo hacerlo», indicaba. Precisamente las obligaciones y sanciones que se pueden aplicar a los incumplimientos obligan a cierta laxitud.
La norma que regula las multas es la Ley de Industria del año 1992 a la que remite el Reglamento de Instalaciones Térmicas de 2007 y que contempla como sanción leve 60.000 euros; de 600.000 euros en el caso de grave y de 100 millones de euros en la muy grave.
El sector confía en que en las próximas semanas se realice alguna modificación que adecúe las sanciones al incumplimiento, ya que por ahora son «absolutamente desproporcionadas», como indica el secretario general de la Asociación de las Grandes Empresas de la Distribución de Canarias (Asodiscan), Alfredo Medina.
Los grandes del sector de la distribución de Canarias tendrán una temperatura en sus tiendas de 25 grados en cumplimiento con el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, que introduce disposiciones para prevenir los riesgos laborales y garantizar la seguridad en el trabajo. Esta norma fija una temperatura de entre 14 y 25 grados en los centros de trabajo donde se realicen «trabajos ligeros», como mover una caja. Bajo este paraguas los centros de Asodiscan estarán a 25 grados.
El pequeño comercio tiene que instalar en sitio visible el termómetro y además colgar un cartel informativo en el local con las medidas que ha implementado. Muchas exigencias y poca ayuda, como indica el presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, para quien el «mayor problema» para el pequeño comercio de Canarias es la instalación de las puertas automáticas a las que obliga la norma para mantener en los locales la temperatura de 27 grados y que conllevará desembolsos superiores a los 3.000 euros.
«La norma obliga a la instalación de puertas automáticas y exige una inversión de dinero que muchos comercios no pueden afrontar. Además está el problema de la falta de disponibilidad de material por parte de las empresas que operan en las islas», indica Moujir. En el mismo sentido se expresa Medina, que apunta que los comercios tienen hasta el 30 de septiembre para cumplir con este requisito. «Con que medio centenar de comercios soliciten instalar una puerta de estas características ya va a haber un cuello de botella», indica.
Moujir teme que suceda ahora lo mismo que ocurrió cuando entró en vigor la norma del tabaco y que obligaba a los locales a habilitar un espacio para los fumadores. «Entonces muchos hicieron una inversión importante que no sirvió para nada. Ahora sucede lo mismo. Con la covid nos dicen que hay que abrir todo y ahora que lo cerremos», se queja.
Respecto al tipo de puertas que hay que instalar existen también muchas dudas. De hecho, desde Fauca se va a solicitar al Gobierno una aclaración en este sentido. «Echamos en falta con esta norma diálogo con el sector comercial. A nivel nacional no ha habido ni un contacto con la patronal del sector», lamenta Moujir.
El apagado de los escaparates de los comercios, que se estrenó ayer a las 22 horas, tiene en términos generales un impacto limitado. Como explican el presidente de Fauca, Abbas Moujir, y el secretario general de Asodiscan, Alfredo Medina, estos se estaban apagando en Canarias hasta ahora a las 11 de la noche, con lo que se trata de adelantarlo una hora.
«Todos hemos tomado medidas de ahorro en los últimos meses con lo que el impacto de esta medida será limitado», afirman. Detalla que los escaparates tiene luces led y que el consumo es muy reducido.
Moujir estima que el apagón tendrá impacto en las zonas turísticas, donde los comercios cierran más tarde y están junto a restaurantes, con lo que muchos turistas aprovechan ese tiempo de paseo para ver los escaparates. El sector ha remitido una consulta al Gobierno para saber si habrá excepcionalidad. «Puede haber un impacto negativo en sus ventas», advierte Moujir.
En los centros comerciales tampoco tendrá gran impacto, como explica la gerente del CC El Muelle, Pilar Delgado. El centro permanecerá iluminado en las zonas de tránsito hasta que cierren los locales de restauración y haya personas en las zonas comunes. Los escaparate de sus tiendas sí cerrarán a las diez de la noche, como hicieron ayer.
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