Día de Canarias

Además, lo hacemos a casi una semana de que se produzcan las elecciones para elegir a los y las representantes de la ciudadanía en el Parlamento Europeo. Esa institución que no por lejana, deja de tener una relevancia de primer nivel en nuestra vida personal, institucional y social.

El proyecto europeo es un proyecto de unión, respeto y concordia entre pueblos y naciones. Un proyecto que ha contribuido, entre muchas otras cosas, a mejorar la vida de quienes aquí vivimos. De quienes deseamos que nuestros hijos e hijas encuentren aquí un futuro próspero.

Es nuestra ultraperificidad europea un rasgo de nuestra idiosincrasia. Tal como lo son los alisios o nuestra propia condición de archipiélago. No se entiende la condición de Canarias, sin la de España, ni la de Europa.

Casi un cuarto de siglo XXI en el que continuamos enfrentándonos a retos sobre los que llevamos reflexionando prácticamente toda nuestra historia. Como el de construir una Canarias más fuerte, unida, justa y solidaria. Como el de crear oportunidades que contribuyan al desarrollo social de nuestra tierra y de nuestra gente.

En el que nos aparecen nuevos retos a los que enfrentarnos. Algunos no son materia exclusiva de nuestro pueblo. Algunos, son cuestiones a las que nos enfrentamos en la corriente que se mueve dentro de las perspectivas europeas y en sintonía con las perspectivas globales.

Casi un cuarto de siglo en el que también hemos logrado sobreponernos a diversos golpes. En estos años hemos sufrido las desgracias de crisis económicas, pandemias e incluso volcanes iracundos. Y, consciente de lo mucho que aún queda por hacer, y de los retos que debemos afrontar como comunidad, continuamos, entre todos y todas, construyendo mejores condiciones de vida para nuestras generaciones y para las venideras.

Casi un cuarto de siglo en el que hemos logrado algunos hitos relevantes de los que podemos sentir gran orgullo. Entre todos y todas, hemos afianzado y hecho crecer un modelo económico que, con sus virtudes y sus defectos, y con muchos retos aún por afrontar en los futuros más próximos, nos permite no sentirnos obligados a «coger la maleta que si usaron nuestros abuelos y nuestros padres» como decía el célebre poema de Pedro Lezcano.

Un cuarto de siglo en el que, afortunadamente, nos hemos acostumbrado a escuchar y a decir a cada generación que «son la más preparada de la historia». Son más de 6.000 personas las que cada año finalizan sus carreras exitosamente en las universidades públicas de Canarias. Reflejo del talento que se mima y florece en nuestra tierra con la cooperación de un modelo social robusto, focalizado en crear oportunidades para que talento y trabajo se transformen en oportunidades de éxito en la vida.

Un cuarto de siglo en el que nos hemos acostumbrado a definir el sentimiento canario desde muchas más perspectivas de las que se hacía en el pasado.

Desde una perspectiva popular en la que nuestras definiciones llegan mucho más allá del habla, de los productos de la tierra que nos significan, de las tradiciones que aprendemos de las generaciones anteriores y les enseñamos a las venideras. Desde una perspectiva cultural, en la que el talento de los y las creadoras de Canarias, con toda la dificultad que conlleva sus devenires, muestra al mundo en qué lugar del planeta se sitúa nuestra tierra.

Desde una perspectiva deportiva, donde las historias de superación de nuestros muchachos y muchachas que hacen realidad proezas con las que soñaban en su infancia en distintos rincones de nuestras islas, nos emocionan y nos hacen sentir un poquito partícipes aunque solo sea por el hecho de compartir esta tierra.

Y, a pesar de los futuros distópicos que cínicos y agoreros presagiaban, y continúan presagiando, Canarias es más que en el pasado. Canarias es más, fundamentalmente por el trabajo y el esfuerzo de nuestra gente. Que ha encontrado posibilidades de crecimiento y desarrollo dentro del marco autonómico desarrollado en España y del marco ultraperiférico desarrollado en Europa.

Es una obviedad el decir que no somos el mismo pueblo que hace 24 años. Y aunque vivimos tiempos en los que, desde distintas posiciones, hay quienes quieren dictarnos como tenemos que sentir nuestra identidad, el mayor orgullo que podemos tener como pueblo es que somos un pueblo más grande, más fuerte, más tolerante y más orgulloso que en el pasado. Un sentimiento que, dentro o fuera de nuestras islas, nunca dejamos marchar.

Feliz día de Canarias. Feliz día, Canarias.