La COP29 de Bakú se olvida de la igualdad: 28 hombres y 0 mujeres

El equipo que acompañará a Babayev está compuesto por 28 hombres que, en su mayoría son miembros del equipo de gobierno del país o altos cargos en empresas estatales. Entre los designados se encuentran el ministro de economía de Azerbaiyán, el titular de turismo, el de sanidad, el director general de la Asociación de Producción Azerigas de la Compañía Estatal de Petróleo de Azerbaiyán e, incluso, el asistente del presidente del país. El año pasado, el equipo que acompañó al Sultan Al-Yáber en la cumbre de Dubái tuvo una amplia representación femenina, seis de cada diez miembros eran mujeres.

Entre las funciones de este comité está la preparación y la aplicación de un Plan de Acción para la organización y el desarrollo de la cumbre. «Pedimos una representación equitativa en la gobernanza de las conversaciones sobre el clima de este año, porque el cambio climático afecta a todo el mundo, no a la mitad», denunció a principios de esta semana la organización She Changes Climate. «Se trata de un paso atrás en el camino hacia la igualdad de género en el clima».

La representación femenina en los órganos directivos en las cumbres climáticas es un fiel reflejo del techo de cristal que encuentran las mujeres a la hora de acceder a puestos de cierta responsabilidad. En promedio, el porcentaje de féminas que ocupan la jefatura de Estado o de gobierno se ha mantenido sin mayores cambios, no llega al 10% en este último informe y no toca el 12% desde 1995 cuando batió esa barrera 'psicológica' del 10%. El porcentaje no es muy superior en otros cargos de la esfera política, según el estudio Mujeres en política en 2023 de Naciones Unidas.

En las 28 cumbres del clima celebradas tan solo 9 mujeres han sido las encargadas de liderar las conversaciones y de buscar acuerdos entre las casi 200 partes que conforman estos eventos que se celebran anualmente desde mediados de la década de los 90.

Al frente de los 28 hombres del equipo directivo azerbaiyano se encuentra Mukhtar Babayev, actual ministro de medioambiente del país. Un hombre de estado, pero que su currículum está ligado al mundo petrolero.

Antes de hacerse con esta cartera, Babayeb trabajó durante un cuarto de siglo en SOCAR, la empresa estatal energética y petroquímica de Azerbaiyán, con sede en Bakú. Se dedica a la exploración, producción, transporte y refino de petróleo y gas en el sector azerí del Mar Caspio. Primero llegó como jefe adjunto del departamento de Relaciones Económicas Exteriores, luego como jefe del departamento de Comercialización y Operaciones Económicas y, finalmente, durante tres años, como vicepresidente de Asuntos Ecológicos.

Este nombramiento ha vuelto a encender las alarmas de los ecologistas que denuncian nuevamente la fuerte presencia de los combustibles fósiles en estas conversaciones climáticas. Babayev será el sucesor de Al-Yáber, que sorprendió a propios y extraños en la COP28 al mostrarse beligerante con el sector de los combustibles fósiles y consiguió para muchos «un acuerdo histórico».

Un año más, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático estará auspiciada por un petroestado. Tras Dubái (Emiratos Árabes Unidos), Bakú (Azerbaiyán) recoge el testigo de la ciudad emiratí tras una designación tensa y controvertida por la tensión geopolítica actual.

De la misma manera que las decisiones finales de las cumbres se adoptan por consenso, la elección de la sede tiene el mismo proceso salvo que cada año se rota por continente. Este 2024, la región geográfica elegida era Europa del Este o el Cáucaso y Rusia vetó cualquier propuesta de país contrario a la invasión de Ucrania. Así, las candidaturas quedaron reducidas a Armenia y Azerbaiyán, ganando esta última.

Aunque su peso en el mercado petrolero actual, Azerbaiyán a principios del siglo XX suministraba aproximadamente la mitad del petróleo mundial y la mayor parte del resto procedía de Estados Unidos. Cien años después, el sector de los combustibles fósiles representa el 90% de sus exportaciones y dos tercios de sus ingresos.