El cambio climático en la Antártida exilia a los pingüinos
ODS 15 | VIDA DE ECOSISTemas terrestres ·
El aumento de las temperaturas en la península antártica y el deshielo ha provocado movimientos en las colonias de estas avesSecciones
Servicios
Destacamos
ODS 15 | VIDA DE ECOSISTemas terrestres ·
El aumento de las temperaturas en la península antártica y el deshielo ha provocado movimientos en las colonias de estas avesNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
El descubrimiento de una nueva colonia de pingüinos debería ser motivo de alegría entre los biólogos y demás expertos, pero la realidad es totalmente diferente. «Lo que indica esta nueva presencia es un efecto notable del cambio climático en esa zona», alerta Andrés Barbosa, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Esa nueva colonia es de pingüinos juanito (Pygoscelis papúa bajo su nomenclatura científica) y el remoto lugar es la Isla de Andersson, en la península antártica. Una expedición del Artic Sunrise de Greenpeace corroboró el hallazgo. «Estamos viendo un proceso en el que esta especie de pingüino se está extendiendo hacia un nuevo hábitat», advierte Louisa Casson, miembro de la oenegé.
Por primera vez los picos rojos de esta especie de pingüino se han visto en la zona más oriental de la península antártica. Los juanito son aves que a diferencia de otros hermanos suyos huyen de las frías y congeladas tierras y aguas de la Antártida. «Se están reproduciendo más al sur: una manifestación biológica de la pérdida de hielo marino», relata Casson.
El pasado verano, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) lanzó una alerta: «"La península antártica —el extremo noroccidental del continente cerca de América del Sur— es una de las zonas del planeta en la que se registra un ritmo más rápido de calentamiento: casi 3 °C en los últimos 50 años».
«Esta es la crisis climática que ocurre justo frente a nuestros ojos», revela Casson. Un riesgo que queda reflejado en el día a día de estas pequeñas aves. Los pingüinos, junto con tiburones o los moluscos proporcionan una alerta anticipada de un peligro como son los impactos del cambio climático», señalan los científicos.
El aumento de la temperatura de los océanos y el deshielo en la Antártida ha provocado que los papúa «están ampliando su área de distribución», apunta Barbosa. «Es uno de los registros más australes para los pingüinos juanito», certifican los responsables de Greenpeace. «Hasta hace poco había demasiado hielo para que pudieran criar polluelos con éxito», apostillan.
Antes de este descubrimiento, solo se había encontrado un nido de papúa solitario tan al sur, pero los investigadores ahora han descubierto una colonia de 75 polluelos de papúa en la isla Andersson. «Las poblaciones de pingüino papúa están aumentando», detalla Barbosa.
Los juanito son un ejemplo de adaptación al cambio climático, pero no todos pueden decir lo mismo. Una expedición reciente a la Antártida descubrió que las colonias de pingüinos de barbijo en la Isla Elefante se habían derrumbado, «ha disminuido considerablemente sus poblaciones en la península también por efecto de la disminución de krill (una especie de crustáceo) derivada del cambio climático», comenta Barbosa.
A medida que el hielo desaparece en la península antártica, los juanito colonizan nuevos territorios, mientras que los Adelia (Pygoscelis adeliae) retroceden, ya que dependen del hielo marino para alimentarse y reproducirse. «Muestra un preocupante descenso de sus poblaciones que le podría llevar a desaparecer de forma local en el archipiélago de las Shetlands del Sur», advierte el investigador español del CSIC.
El aumento de la temperatura del agua y del deshielo afecta directamente a su forma de vida y también a sus hábitos alimentarios. «La razón de los cambios está principalmente relacionada con el cambio climático y el efecto que se produce en la disminución del krill», explica Barbosa.
Este pequeño crustáceo, parecido al camarón, habita en las aguas de la Antártida y constituye una gran parte de la población acuática que sirve de alimento a los pingüinos. «El incremento de temperatura hace que haya una menor extensión de hielo marino que es donde se desarrolla el fitoplacton del que se alimenta el krill. Por lo tanto existe menos alimento para el krill y su población se reduce. Como consecuencia las especies muy dependientes de esta presa como el pingüino barbijo y de Adelia sufren esta reducción», explica.
Pero, la falta de su alimento principal no es el único problema al que se enfrentan estas aves antárticas. «A las amenazas que se han mencionado anteriormente habría que añadir la contaminación», responde Barbosa.
Una investigación liderada por Barbosa y miembros del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC), ha demostrado el alto contenido de microplásticos, como poliéster y polietileno, entre otras partículas de origen antrópico (humano), en el organismo de los pingüinos antárticos.
El estudio analizó las heces de tres especies de pingüinos: el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), el barbijo (Pygoscelis antarcticus) y el pingüino juanito (Pygoscelis papua). Los resultados del análisis muestran que la dieta de las tres especies están compuestas por distintas proporciones de krill, en un 85% en el caso del pingüino de Adelia; un 66% en el del barbijo y un 54% en el juanito. «La presencia de contaminantes en la Antártida es una cuestión preocupante tanto microplásticos, como mercurio, otros metales pesados y también contaminantes orgánicos persistentes», advierte.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.