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Del Hambre
Problemas para comer, hablar... y otras 'mellas' de perder los dientes

Problemas para comer, hablar... y otras 'mellas' de perder los dientes

El 56% de los adultos jóvenes, de entre 35 y 44 años, han perdido una o dos piezas dentales, mientras que en el grupo de 65-74 años, la media se eleva a once

Domingo, 12 de diciembre 2021, 18:00

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Al ratoncito Pérez solo le interesan los dientes de leche. Así que cuide su dentadura, porque si pierde sus dientes definitivos no obtendrá regalos, sino problemas. El primero de ellos, estético. «Una sonrisa desdentada es poco atractiva y puede mellar también nuestra autoestima, especialmente si hablamos de los dientes anteriores –incisivos y colmillos–, que son los que más se ven al abrir la boca», advierte el doctor Jorge Ferrús, implantólogo, periodoncista y cofundador de la Clínica Dental Ferrus & Bratos, en Madrid.

No es un mal menor ni afecta únicamente en la vejez. Cerca del 56% de los adultos jóvenes de 35 a 44 años han perdido al menos un diente (la media son dos). Por su parte, en el grupo de 65 a 74 años, la media de dientes perdidos se eleva a once, el 9,5% presenta dieciséis o más dientes ausentes y el porcentaje de desdentados totales es del 7,3%, según la Encuesta de Salud Oral en España 2020. Pero las consecuencias del edentulismo (pérdida de los dientes), bien sea de manera parcial (solo algunos) o total (todos los dientes de una arcada), van mucho más allá de la apariencia estética.

Altera, por ejemplo, el habla, por la incapacidad de pronunciar algunos fonemas, y complica la masticación y la deglución de los alimentos. «Cada pieza dental tiene un papel determinado a la hora de comer, así que, aunque solo nos falte una, la masticación se dificulta y puede afectar negativavente al proceso de digestión», señala Ferrús.

Además, «los huecos creados por los dientes ausentes hacen que las fuerzas oclusales (las que se producen al masticar) no estén debidamente repartidas por toda la mandíbula y recaigan en un número menor de piezas dentales, aumentando el desgaste de estas. Igualmente, los dientes adyacentes a estos huecos tienden a desplazarse para ocupar el espacio, lo que genera molestias en la mordida y debilita la dentadura».

Causas y prevención

El odontólogo explica que el edentulismo puede ser congénito o adquirido. «Si tiene un origen hereditario normalmente es un edentulismo parcial, porque los casos de edentulismo total por esta causa suelen estar ligados a síndromes congénitos muy graves y muy poco frecuentes. Si es adquirido, las causas pueden ser diversas. Especialmente, una higiene bucodental deficitaria, la cual favorece dos afecciones: la caries dental, que en los casos más extremos implica la caída de los dientes; y las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), afecciones que dañan la encía, provocando una gran inflamación y sangrado, y que pueden llegar a destruir el hueso alveolar, el encargado de sujetar y mantener los dientes en la mandíbula».

La pérdida dentaria también puede estar motivada por fuertes golpes o traumatismos dentales, mientras que las personas con diabetes y con osteoporosis tienen mayor probabilidad de deterioro de hueso alveolar y, por tanto, de perder piezas dentales.

Por todo ello, la prevención es esencial. En primer lugar, manteniendo una higiene bucodental rigurosa. «La limpieza es la base de la salud oral. Aunque el sangrado de encías durante el cepillado pueda parecer poco importante, lo cierto es que se trata de la primera fase de la enfermedad periodontal», avisa Ferrús.

Asimismo, conviene tener cuidado con posibles golpes en la boca y al comer. «Al masticar alimentos duros es preferible no hacer un movimiento de palanca, como el que se realiza al morder una manzana, por ejemplo», recomienda el odontólogo. En caso de caída de un diente por este motivo, se aconseja ir de forma inmediata a la clínica dental y, si el diente caído no está dañado, guardarlo para reimplantarlo.

Posibles tratamientos

Tampoco debemos olvidar hacer, al menos, una visita anual al dentista, quien puede detectar posibles alteraciones en la boca de forma precoz. «Valoramos un caso de edentulismo cuando a una persona que ya debería haber terminado el recambio dental le falta alguna pieza. También en niños es posible detectarlo a través de una radiografía, en la que deberían verse las piezas definitivas que aún no han salido. Cuando hay un diente que no se ha llegado a formar y no se ve en la radiografía hablamos de agenesia (desarrollo incompleto de un órgano o falta de partes). En estos casos, el diente de leche no se cae porque no hay una pieza definitiva que la empuje», explica el especialista.

En cuanto al tratamiento, para el edentulismo parcial lo más común es la colocación de implantes unitarios que sustituyan los dientes perdidos. «Los implantes reemplazan la raíz de la pieza ausente, integrándose con el paso del tiempo en el hueso», declara Ferrús. «Por el contrario, si la ausencia se produce en varios dientes con posiciones contiguas, se puede optar por un puente (prótesis dental que se apoya sobre los dientes sanos que el paciente aún conserva en su boca)».

Si el edentulismo es total, es posible colocar prótesis fijas o removibles, en función de las características de la boca y de las exigencias estéticas que tenga cada persona.

5 consejos prácticos

  • Cuide su higiene bucodental Cepíllese los dientes, al menos, dos veces al día con pasta dentífrica fluorada. No olvide la zona interdental (con seda dental) y una correcta limpieza de la lengua. Renueve el cepillo de dientes cada tres meses.

  • Vaya al dentista Al menos una vez al año. El odontólogo puede diagnosticar a tiempo una patología que podría derivar en la pérdida de los dientes.

  • Siga una dieta adecuada Rica en verduras, pescado, frutas y alimentos con calcio. Evite el consumo de azúcar.

  • Use un protector bucal Si realiza deportes de contacto, como el boxeo o el rugby, le ayudará a evitar traumatismos.

  • Evite malos hábitos Como morderse las uñas, usar los dientes como herramienta (para abrir cosas, por ejemplo), fumar y beber alcohol.

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