Borrar
Directo Siga la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno
Yoga para tiesos: guía para iniciarte aunque no seas nada flexible

Como empezar a hacer yoga

Yoga para tiesos: guía para iniciarte aunque no seas nada flexible

Tocar los pies con las manos sin más no sirve de nada», dicen los expertos. La paciencia y la perseverancia son más importantes que otras cualidades físicas

Julia Fernández

Lunes, 5 de febrero 2024, 17:59

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Cuando Marta decidió retomar el deporte tras su segunda maternidad, apostó por el yoga. Le habían hablado muy bien de él y pensó que sería una buena manera de «volver al ruedo». Lo de correr, que era lo que hacía antes de quedarse embarazada, lo veía un poco «más 'heavy'». «Además, no me venía mal un poco de desconexión y relajación», cuenta con una sonrisa.

Sin embargo, lo que se encontró en esa primera toma de contacto la dejó «loca». Fue unos minutos antes al gimnasio a ver cómo era la clase anterior a la suya y cuando vio el «dominio» de las alumnas –«algunas con bastantes más años que yo», ríe– se asustó. «Soy un palo y aquellas personas hacían figuras que a mí me parecían de saltimbanqui». Hoy, un año después de la escena, se sabe de memoria el nombre de varias posturas que hace con soltura. «Si yo he podido...», dice.

El yoga es una disciplina que tiene mucho tirón. Según una investigación de la firma Reebok, tras el confinamiento, más de 5,6 millones de personas lo practican en España, lo que supone un 12% de la población. Y no, no todos tienen una flexibilidad digna de gimnasta olímpico. «Todo el mundo puede hacerlo», confirma la conocida profesora de yoga Xuan Lan, que arrasa en redes con casi 700.000 seguidores en Instagram. Lo de la flexibilidad, confirma, es un mito:«Si no puedes tocarte los pies con las manos, no pasa nada». En su opinión, lo que importa es practicar, aunque estés más tieso que un palo.

Lo primero es buscar un profesor o una clase adaptada a nuestro nivel, en este caso, de iniciación. Y no querer avanzar más rápido de lo que nuestro cuerpo puede. «En vez de sesiones de 60 minutos, empieza con unas de quince», aconseja la experta. Primero, porque esto nos permite hacerlo en cualquier momento: «Es lo que tardas en tomarte un café». Y segundo, porque no te dejará KO y podrás seguir practicando.

Otra forma es con el libro 'Yoga para tiesos' de la ilustradora británica Marion Deuchars, que aborda la iniciación al yoga de una forma diferente y divertida. A través de un entrañable cuervo, la artista nos enseña cómo llegar a determinadas asanas. «Empieza poco a poco y no fuerces el cuerpo. Si la postura es incómoda, sal de ella despacio», recomienda. A ella también le pasa eso de que no le salgan determinados movimientos. Por ejemplo el arado, una postura invertida que solo la hace bien «en sueños». Aún así, no desespera... y apunta otra cosa importante: «No te compares con los demás».

Mirar al cielo

Otra pregunta que todo novato se hace es cuántas veces hay que ponerse manos a la obra con esta disciplina. «Para obtener beneficios, vale con tres veces a la semana», precisa Xuan Luan. Desde luego, no parece un punto de partida ambicioso en absoluto. Y sin embargo, los beneficios los empezaremos a notar enseguida. «El yoga es un conjunto de ejercicios que aúnan movilidad y fuerza», explica esta vietnamita criada en París, que ha vivido en Nueva York y ahora está asentada en España. «Es una disciplina muy completa que deberíamos practicar todos, incluso los que hacen otro deporte. ¡Te puede ayudar con él!», sostiene.

¿Cómo? «Evita lesiones, libera tensiones en determinados músculos, mejora nuestra postura», enumera. Esto último es cada vez más necesario porque «con el uso de portátiles y los móviles, nos pasamos el día encorvados, mirando hacia abajo... . El yoga te 'obliga' a mirar al cielo y a estirarte».

Originario de la India, nació para «conectar cuerpo y mente a través de la respiración». Para ello, se incluyen diferentes posturas (lo que en sánscrito se llaman asanas), estiramientos, respiraciones y meditación. «La flexibilidad es solo una parte y llega con las repeticiones y la práctica gradual», explica Xuan Lan. Así que si el saludo al Sol no te sale ni a la primera ni a la segunda, no pasa absolutamente nada.

«La clave es la regularidad», admite. Y lo bueno que tiene esta disciplina es que puedes empezar en cualquier momento y sin necesidad de mucho equipamiento. «No vas a sudar apenas y tampoco necesitas el 'superoutfit'. Ropa cómoda, que te permita moverte, y una esterilla es más que suficiente». Otra consejo de la experta es elegir sesiones fáciles hasta que nos sintamos más seguros.

Lo ideal es empezar con las posturas básicas, que no se llaman así porque sean sencillas, sino porque son «las fundamentales». Al principio, «tendrás que adaptarlas, pero luego ya las podrás realizar tal cual».

– Póngame un ejemplo.

– Por seguir con el de tocar los pies con las manos: no sirve de nada hacerlo por hacerlo. Antes de forzarte y dañarte, quédate hasta donde llegues alargando la espalda. Ya llegará ese día en que lo logres, pero antes tienes que desarrollar esa movilidad.

Con los ejercicios básicos ya dominados, te puedes lanzar a los más avanzados, pero sin pensar que esto es una carrera de velocidad.

– ¿Se puede hacer yoga si no te atrae la parte espiritual?

– Sí. Mucha gente entra por la parte física, de hecho.

Lo que sí es importante es elegir un buen profesor. «Lo primero es que debe estar formado y tener experiencia», relata Xuan Lan, que también tiene una academia. Pero es muy importante «el 'feeling' que el alumno tenga con él». Si no conectas, prueba con otro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios