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Los ojos de David Bowie y Kate Bosworth.
David Bowie y más famosos con un ojo distinto del otro
¿Sabías que...?

David Bowie y más famosos con un ojo distinto del otro

No escasean las 'celebrities' con esta mirada especial: el cantante británico tenía una pupila dilatada de manera permanente, mientras que unos cuantos actores y deportistas presentan los iris de distinto color.

Sábado, 20 de febrero 2021, 23:17

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Aquel puñetazo por una chica

Tal vez suene un poco raro, pero, para hablar de personajes famosos con heterocromía del iris, lo mejor seguramente es empezar por uno que jamás presentó ese rasgo. Mucha gente sigue pensando que David Bowie tenía los ojos de distinto color, pero en realidad padecía anisocoria, es decir, asimetría de las pupilas, ya que tenía la izquierda permanentemente dilatada desde los 15 años. La causa fue una pelea con un amigo porque a los dos les gustaba la misma muchacha, o más bien porque David le había gastado una fea jugarreta a su colega para quedarse él con la chica. El autor del certero puñetazo, George Underwood, se torturó después durante mucho tiempo por las secuelas permanentes que había dejado su acción. «Siempre me quedaba mirándolo y pensaba: ¡Dios mío, yo le hice eso!», confesó en alguna ocasión. Los dos rivales adolescentes mantuvieron su amistad y, al final, el cantante incluso tuvo que darle las gracias a George, porque la pupila fija le aportaba «cierta mística» –que explotó a conciencia en vídeos y fotos promocionales– y a cambio solo le restaba un poco de sentido de la perspectiva.

Las muñecas de Lois Lane

La heterocromía, es decir, lo de tener los ojos de distinto color, resulta mucho menos frecuente en los seres humanos que en los gatos y los perros, pero da la impresión de que esa prevalencia se dispara entre la gente que se dedica a la interpretación. Uno de los casos más conocidos es el de Kate Bosworth, que tiene un ojo azul y el otro de un bonito tono avellana. En algunas películas resulta imposible apreciarlo, porque los directores le obligaron a ponerse lentes correctoras para no desconcertar al espectador, pero eso cambió cuando rodó 'Superman Returns' a las órdenes de Bryan Singer. «Tuve que hacer una prueba con la peluca y el traje, para ver si Bryan quería mantener mis ojos tal como son –ha relatado–. Y él decidió que sí, así que ahora las muñecas de Lois Lane tienen ojos de diferente color, lo que es bastante raro».

¿Y qué tal una pata de palo?

Esta mirada tan especial se puede encontrar en actores como Demi Moore, Kiefer Sutherland o Alice Eve, que una vez contó en un programa de televisión que un novio suyo había tardado nueve meses en darse cuenta de su peculiaridad. «Pensé que estaba de broma. Dejó de ser mi novio muy pronto», añadió la actriz de 'Star Trek', que siempre ha llevado con naturalidad lo de tener un ojo azul y el otro verde, una diferencia que con algunas iluminaciones prácticamente no se nota. También la veterana Jane Seymour pertenece a este selecto club: en su caso, según la descripción detallada de quienes la han observado a fondo, un ojo es verde y el otro «marrón con una chispa de azul y verde». A principios de los 70, cuando la seleccionaron para la peli de James Bond 'Vive y deja morir', los productores le pidieron antes de la rueda de prensa que camuflase ese rasgo con lentillas y se tiñese el pelo de negro. Y ella replicó: «¿Y no queréis que lleve también una pata de palo?».

Los ojos de Max Scherzer.
Los ojos de Max Scherzer.

Mascotas con heterocromía

La mayoría de estos casos son más o menos discretos, sutiles dentro de su singularidad, como lo es también el del futbolista catalán Aleix Vidal. Pero también hay heterocromías con menos matices, tan chocantes como la del jugador estadounidense de béisbol Max Scherzer, que tiene un ojo marrón-marrón y el otro azul-azul. Él asegura que nunca ha supuesto un trauma para él y, de hecho, de crío dibujaba a todas las personas con los ojos dispares. «Mucha gente me cuenta que sus hijos han sido atormentados y torturados en el colegio porque tienen los ojos de dos colores. Y yo les diría a esos niños que no es una cosa de la que avergonzarse. ¡Es algo maravilloso!», ha dicho. ¿Lo peor? Que, cada vez que sus conocidos se topan con un perro que tiene un iris de cada color, suelen hacer la gracieta de enviarle la foto para decirle que debería quedarse con él. Y resulta que el cupo está cubierto, porque entre sus cuatro mascotas ya hay dos con heterocromía, Rocco y Bo.

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