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Que los ácaros no le dejen hecho polvo

Que los ácaros no le dejen hecho polvo

Trucos para evitar la acumulación de estos parásitos en casa: quite alfombras y retire adornos

Sábado, 25 de diciembre 2021, 23:03

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Flotan en el aire y se posan sobre los objetos como si la casa fuese suya. Son las partículas de polvo, inquilinas indeseables pero habituales de nuestras viviendas. En ellas proliferan los ácaros, parásitos microscópicos que forman parte del ambiente doméstico y que se alimentan de la queratina de las escamas dérmicas que desprendemos al renovar nuestra superficie cutánea. ¡Y no son pocas! Pues cada persona elimina unos cinco gramos de ellas semanalmente.

Si estos microorganismos solo se limitasen a convivir con nosotros, no habría problema. Sin embargo, son los responsables de síntomas alérgicos respiratorios que pueden llegar a ser muy graves. De ahí la necesidad de mantener nuestro hogar limpio y evitar las prácticas que favorecen la acumulación de polvo. Especialmente, en las zonas donde se acumulan más restos dérmicos, como los sofás, los sillones o las sillas, que son sitios de la casa donde pasamos más tiempo.

Aun así, es en el dormitorio donde la 'amenaza' es mayor. «El colchón es un auténtico nido de ácaros, cuyos restos inhalamos durante el descanso nocturno, lo que potencia los síntomas alérgicos respiratorios», expresa Francisco Feo Brito, expresidente de Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). «Lo mismo ocurre al movilizar las zonas donde se acumula el polvo en mayor cantidad, como armarios, alfombras, cortinas, peluches o la superficie de muebles blandos».

La manifestación más común de la alergia a los ácaros es «la rinitis, que cursa con picor de la nariz, estornudos, secreción de moco líquido y obstrucción o bloqueo nasal», detalla el especialista. Sin embargo, la evolución natural de esta patología lleva a que alrededor del 40% de las personas diagnosticadas de rinitis alérgica desarrollen asma bronquial a los dos o tres años. «Los síntomas bronquiales se expresan con tos seca, persistente e irritativa, silbidos o ruidos en el pecho y dificultad al respirar y se incrementan por la noche por la mayor exposición a los ácaros en el dormitorio», advierte el alergólogo, quien nos ayuda a recopilar algunos trucos para mantener el polvo a raya.

  1. Limpio como una patena

Es recomendable limpiar con frecuencia los muebles, siempre con un paño húmedo y no un plumero, para evitar la dispersión de los alérgenos. También el suelo, a diario, con una mopa si tenemos poco tiempo, y los fines de semana con la aspiradora para lograr una limpieza más profunda.

  1. ¡Alerta, alfombras!

En la vivienda de la persona alérgica deben evitarse alfombras, moquetas, tapicería y todos los objetos que pudieran acumular polvo. Entre ellos, el exceso de adornos, que con como un imán para el polvo, especialmente los que tienen hendiduras y formas complicadas de limpiar.

  1. Los zapatos, fuera

Para evitar esparcir suciedad del exterior en el interior de la vivienda, lo ideal es dejar los zapatos en el vestíbulo, una costumbre muy asentada en los países nórdicos y que en España ha fomentado la pandemia.

  1. Atención al dormitorio

Es conveniente la utilización de fundas antiácaros en el colchón y la almohada, para evitar la inhalación de las sustancias alergénicas al dormir. Además, interesa cambiar la ropa de la cama con mayor frecuencia de lo habitual, y realizar el lavado de estas a altas temperaturas (superior a 50º C) como garantía para eliminar los ácaros.

  1. Cuidado con las humedades

Los ácaros proliferan en ambientes húmedos con temperaturas suaves. Por eso, es conveniente comprobar que en el domicilio no se producen zonas húmedas, como podría ser la fuga de agua los radiadores, conducciones de agua o manchas de humedad en las paredes. En esta línea, y con eficacia limitada, se podrían utilizar acaricidas y deshumidificadores para reducir la exposición ambiental a estos parásitos.

El alto grado de humedad y las temperaturas templadas son, precisamente, el motivo por el que la alergia a los ácaros tiene una mayor prevalencia en las islas y zonas costeras. En España, el máximo lo encontramos en Canarias, dónde pueden afectar al 80% de los pacientes alérgicos. Por su parte, en Madrid y todo el centro peninsular la alergia a ácaros afecta a menos del 10% de la población con alergia respiratoria.

Como desempolvar un radiador, paso a paso

Son los grandes olvidados de las batidas de limpieza doméstica, pero en su interior acumulan grandes cantidades de polvo que es importante eliminar, especialmente si alguno de los convivientes es alérgico.

Antes de empezar, asegúrese de que está apagado y frío. Cubra el suelo y los muebles de alrededor para evitar que se ensucien. Si es un radiador eléctrico, con un trapo seco retire la suciedad superficial. Después, apunte con un secador de pelo a máxima potencia y el aire en frío (también por la parte de atrás). Para las ranuras pequeñas y poco accesibles, ayúdese de un cepillo largo especial para limpiar radiadores, de los que venden en el mercado. Para la suciedad más incrustada, utilice una vaporeta o un aspirador con boquilla fina. Más tarde, humedezca una esponja con una disolución de agua y jabón, átela con una cuerda a media altura, introdúzcala entre las ranuras y realice movimientos de arriba a abajo.

Si el radiador es de hierro fundido, pase primero una bayeta de microfibra seca y después una aspiradora potente. Más tarde, pase otro trapo humedecido con una disolución de agua y jabón neutro.

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