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Van Saiyan
Técnicas útiles para reclamar el dinero que nos deben

Técnicas útiles para reclamar el dinero que nos deben

Lo mejor es huir de juicios, interpretaciones e imperativos, como 'deberías…' o 'tendrías que…'

Sábado, 1 de enero 2022, 23:06

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Anadie le gusta pedir dinero, ni siquiera aunque se lo deban. Nos resulta incómodo, violento o nos genera miedo o vergüenza. «'¿Qué pensará de mí si le pido que me devuelva el dinero?' o '¿Y si le pido el dinero que me debe y se enfada?', son algunas dudas que nos surgen. Y como no sabemos afrontar la situación, continuamos quejándonos y sin actuar, por lo que, si finalmente nos decidimos a intentarlo, a menudo lo hacemos mal y tarde», advierte la psicóloga clínica Natalia Gómez-Rubiera.

Además, vivimos en una sociedad que lanza mensajes como «dar es virtud y pedir es defecto» y se nos educa en dar sin recibir, lo que tampoco ayuda. Con el fin de afrontar este tipo de situaciones, la psicóloga comparte algunos consejos útiles.

  1. Un contrato de antemano

A modo de prevención, si no hay otra opción o si dudamos de que nos vayan a devolver el dinero, Gómez-Rubiera aconseja firmar un contrato antes de realizar el préstamo. «Así, si hay alguna discordancia tendremos una prueba para que un tercero pueda hacer la gestión y evitaremos problemas mayores», sugiere.

  1. Técnica del sándwich

Consiste en comunicar lo que deseas en forma de sándwich. Primero, una 'rebanada' con un cumplido; en el medio, el 'jamón', es decir, lo que necesitas pedir; y para terminar, otra 'rebanada' de algo positivo de la persona. De este modo el interlocutor no se sentirá atacado ni herido. Por ejemplo: «Te agradezco todos estos años de amistad y no me gustaría perderte. Sin embargo, te pido por favor que me devuelvas el dinero que te presté porque lo necesito, sabes lo mucho que te quiero y lo importante que eres para mí».

  1. Técnica del disco rayado

Se trata de agotar al interlocutor hasta conseguir lo que deseamos (los niños lo hacen intuitivamente) al decir lo mismo con el mismo tono, ritmo y palabras. Por ejemplo: «Necesito que me devuelvas lo que te presté. ¿Qué tal ayer? Necesito que me devuelvas lo que te presté. ¿Qué tal tu mujer? Necesito que me devuelvas lo que te presté…», y así hasta agotarle y conseguir nuestro propósito.

  1. Técnica del reconocimiento

Es una buena estrategia para frenar un ataque agresivo. Consiste en ponerse primero en el lugar del otro, comprendiéndole, para luego reivindicar nuestros derechos. 'Entiendo que tú hagas, sientas… y tienes derecho a ello, pero…'. Por ejemplo: «Entiendo que no te venga bien devolverme el dinero, pero lo necesito».

  1. Técnica de ignorar

Si nuestro interlocutor se encuentra muy alterado para conversar constructivamente, lo mejor es ignorar la situación y dejarlo para otra ocasión. Por ejemplo, preguntamos: «¿Me puedes devolver el dinero que te presté?». Nos contestan: «¡Estoy harto de que me pidas el dinero!». Podemos responder: «Siento que no es el momento más oportuno. Si te parece dejamos la conversación para otra ocasión».

  1. Técnica de la pregunta asertiva

Se trata de contestar al receptor con una pregunta que pone en positivo lo que nos está diciendo. Por ejemplo, si nos dice: «No te puedo devolver tu dinero». Podemos preguntar: «¿Qué crees que podríamos hacer para que puedas devolvérmelo en algún momento?».

  1. Cuidar el lenguaje

Sea cual sea la técnica que utilicemos, lo que no hay que olvidar en ningún caso es la forma en la que comunicamos nuestro deseo de que nos devuelvan lo que reclamamos. «Debemos asegurarnos de que al solicitar lo que es nuestro no herimos al otro y hacerlo sin exigencias porque, si no, lo único que conseguiremos será que se rebele y no quiera hacer lo que le pedimos. Para ello, lo mejor es huir de juicios, interpretaciones e imperativos ('tu deberías…', 'tendrías que…') y emplear, en su lugar, un lenguaje afirmativo, claro y concreto que revele lo que realmente queremos, sin dar demasiadas vueltas al asunto ni irse por las ramas».

Además, no vale cualquier momento. Será más efectivo buscar un lugar tranquilo, donde no haya excesivas distracciones y asegurarnos de que nuestro interlocutor está calmado y receptivo. Y muy importante: «Escuchar al otro, porque cuanto más escuchamos a los demás, más nos escuchan a nosotros», asegura la psicóloga.

– ¿Y si no lo recuperamos?

– Si no recuperamos nuestro dinero, debemos tomarnos un tiempo para gestionar la frustración o el dolor, y tener cuidado con el resentimiento, porque solo nos hará sufrir. Hay que intentar hacer una lectura positiva y aprender de la situación vivida. Si lo perdemos porque no desean devolvérnoslo, no debemos machacarnos ni ahogarnos en la rabia, sino pensar que es solo dinero y tomárnoslo como una experiencia para evitar situaciones similares en el futuro. Si no nos lo devuelven por necesidad, habrá que pensar que tal vez un día nos suceda a nosotros y sentirnos agradecido de poder ayudar.

Cómo no prestar dinero sin herir

Al igual que es importante dominar el arte de reclamar lo que es nuestro sin generar conflicto, saber decir 'no' de forma respetuosa es esencial para evitar situaciones incómodas cuando un amigo o familiar nos pide dinero.

La psicóloga Gómez-Rubiera plantea algunas opciones. Una de ellas es responder de manera asertiva. «Consiste en expresar de forma simple tus intereses. Por ejemplo, ante un '¿Podrías prestarme dinero?', podemos decir: 'No, lo siento no me es posible o no me viene bien en este momento'».

Otra opción es recurrir a la técnica 'banco de niebla'. Por ejemplo: «Pregunta: '¿Me prestas dinero?'. Respuesta: 'Prefiero no hacerlo'. Pregunta: '¿No me lo vas a prestar? Eres muy egoísta, yo siempre soy amable contigo'. Respuesta: 'Es verdad, me has dejado alguna cosa, pero en esta ocasión prefiero no prestarte dinero'».

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