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Las reglas cambian para vender y comprar ropa de segunda mano: esto te afecta si usas Vinted o Wallapop

Las reglas cambian para vender y comprar ropa de segunda mano: esto te afecta si usas Vinted o Wallapop

Las plataformas de segunda mano entre particulares no paran de crecer y es importante saber cómo funcionan para sacarle el máximo partido

Lunes, 8 de abril 2024, 23:15

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Esa chaqueta que ya se te ha quedado pequeña, un bolso que apenas usas, unos zapatos que te encantan, pero te hacen daño, un par de camisas de las que te has cansado, la ropa de esquiar de los niños, un vestido que no has llegado ni a estrenar, un abrigo heredado de tu padre... Cada vez son más las personas que recurren a plataformas de segunda mano entre particulares tipo Vinted o Wallapop tanto para comprar prendas a buen precio como para vender ropa y complementos de moda que ya no usan.

«Es la opción favorita de muchos consumidores que prefieren invertir en productos que ya están hechos ya sea para reducir su impacto en el medio ambiente, acceder a prendas de mayor calidad a precios rebajados o como una fuente de ingresos extra vendiendo la ropa que ya no utilizan», argumentan en la OCU. De hecho, el 'boom' de este tipo de plataformas ha llegado a tal punto que sus responsables deberán informar a Hacienda cuando uno de sus usuarios realice más de una treintena de transacciones al año o sus ventas superen los 2.000 euros.

Según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios, la venta de ropa de segunda mano «atrae especialmente a jóvenes menores de 35 años. Pero no son los únicos –advierten–. También hay padres de familia, personas sensibilizadas con el medio ambiente, buscadores de chollos... Las últimas estimaciones calculan que en un plazo de tres años, la compraventa de ropa en este tipo de plataformas prácticamente se duplicará hasta alcanzar los 350.000 millones de euros a nivel mundial».

Sin duda, uno de los mayores miedos de los consumidores a la hora de comprar en plataformas de segunda mano son las posibles falsificaciones. Aunque el precio suele ser bastante más bajo que en las tiendas –excepto cuando se trata de un producto muy demandado como ha ocurrido este año, por ejemplo, con el modelo Samba de Adidas, unas zapatillas que llegaron a duplicar su precio–, muchas de las prendas y complementos puestos a la venta en estas páginas web no son precisamente baratos, por lo que es importante garantizar que se trata del modelo original.

«Hay productos como, por ejemplo, las camisetas de fútbol en las que las falsificaciones campan a sus anchas. Y no siempre se puede saber con seguridad si esa equipación que se vende a 15 euros y nueva cuesta 90 es realmente de segunda mano o directamente una falsificación. Si le preguntas al vendedor y te da la callada por respuesta, sospecha. Ahora bien, si te confirma que es auténtica, pero cuando la recibes el escudo del club se le despega a las primeras de cambio, puedes pedir la devolución del dinero por los defectos ocultos del producto hasta los seis meses siguientes a su compra. También tienes la opción de denunciar al vendedor para que la plataforma lo bloquee o incluso ir a la Policía si consideras que has sido víctima de una estafa», insisten en la OCU.

En sus términos y condiciones, la mayoría de plataformas exigen a los usuarios que se comprometan a no vender productos ilegales, pero la realidad es que las empresas no asumen ninguna responsabilidad. Lo que sí ofrecen algunas páginas web de segunda mano es un servicio de certificación de autenticidad de los productos. Es decir, el comprador paga una pequeña cantidad extra para garantizar que la prenda es original. «Se trata de una opción muy demandada en la venta productos como bolsos o zapatos de primeras marcas».

El que compra...

«El comprador debe fijarse en los detalles, preguntar al vendedor todas las dudas y no dar nada por supuesto», aconsejan en la OCU.

Tallas: No te fíes de las tallas de ropa porque no son uniformes. «Pide las medidas precisas o elige marcas que ya conozcas para evitar sorpresas. El calzado tampoco se libra, puede haber diferencias de hasta dos números».

Instrucciones de lavado: No es ninguna tontería. «Algunas prendas solo admiten lavado en seco. El gasto en tintorería puede ser muy alto y puede que la compra no nos compense».

Mejor en persona: Lo ideal es ver el producto en vivo y en directo e incluso poder probarlo.

Punto de recogida: «Si la compra es online opta por el envío a un punto de recogida. Reduce las emisiones y las entregas fallidas por no encontrarnos en casa».

Lavar antes de poner: «No sabemos quién ha usado esa ropa o cómo la han cuidado, así que es mejor lavarla».

El que vende...

La clave para vender un producto es «ser claros y honestos» en el mensaje.

No cortes las etiquetas: Aunque es una de las primeras cosas que hacemos en cuanto compramos una prenda, los expertos aconsejan no cortarlas para que el comprador pueda comprobar la talla y las instrucciones de lavado.

Buenas fotos: «Haz un plano general del producto, otra fotografía de la etiqueta con la talla y varias de detalles (remates, forro, esquinas de un bolso, interior, primer plano del tejido...). A los compradores les suele gustar ver la prenda puesta. Usa un fondo neutro y buena luz».

No mientas: Sobre todo en el estado de la prenda, los compradores lo agradecen. «Hay que ser sinceros. Si, por ejemplo, tiene una mancha, no trates de disimularla, dilo claramente. Siempre que el precio se ajuste, hay público para todo».

Responde a todas las dudas: «Es mejor invertir en esta fase aunque nos dé un poco depereza que lidiar después con un comprador insatisfecho».

Precio flexible: «Pon una cantidad y deja un margen para el regateo. Si haces más de 30 ventas al año o ingresas más de 2.000 euros, guarda los tiquets por si Hacienda investiga».

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