Una pelea en la prisión de Juan Grande acaba con varios funcionarios heridos

En ese momento, relata el sindicato, el resto de presos del departamento, armados con varios pinchos carcelarios, cuchillas y palos partidos de los útiles de limpieza, comenzaron una pelea multitudinaria con la única intención de «ajustar cuentas».

Gracias a la rápida intervención de los funcionarios, se pudo resolver la crítica situación y se procedió al traslado de los hermanos al departamento de aislamiento.

En ese momento, ante la decisión tomada por la gravedad de los hechos, desde el interior de otra de las celdas, ocupada por dos internos también colombianos y por «compañerismo«, comenzaron a golpear la puerta, ventana y mobiliario del interior de la celda en la que de nuevo se atrincheraron con pinchos y cuchillas, mientras alentaban al resto de internos a secundarles en una especie de motín, dice la organización sindical, en contra de los funcionarios allí presentes entre gritos de: «¡esto es la guerra!».

Para dificultar las acciones de los trabajadores, los dos internos inundaron de agua y jabón el interior de la celda para provocar que los funcionarios no pudieran acceder a ellos y, que de hacerlo, resbalaran quedando indefensos en el suelo.

Además, uno de los presos optó, lejos de cesar en su actitud, por autolesionarse mediante el uso de una cuchilla provocándose cortes por todo el cuerpo quedando totalmente cubierto de sangre.

Por el riesgo que suponía la situación para la integridad de los propios internos (cortes autolesivos, perdida de sangre, posesión de objetos con los que seguir autolesionándose…) fue necesario, una vez se personaron el número suficiente de funcionarios para realizar la intervención, entrar en la celda, reducir a ambos reos y proceder a su traslado al departamento de aislamiento tras prestarles la atención médica.

Ante esta intervención, los funcionarios sufrieron desde fractura en un dedo de la mano, esguince de tobillo, magulladuras, roces y golpes.

A pesar de estas situaciones, denuncia el sindicato Tu abandono me puede matar, el Ministerio de Interior y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias «se siguen negando« a dotar de más medios personales y materiales -que además los que tienen están obsoletos- a estos funcionarios.

En el caso del centro penitenciario Las Palmas II, Instituciones Penintenciarias mantiene la RPT con el número de trabajadores con el que se abrió el centro penitenciario hace más de de diez años, a pesar del aumento de la población reclusa en este tiempo.