Carmen, siempre con una sonrisa hasta que su sobrino la mató
crimen en las palmas de gran canaria ·
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Carmen Correa, de 85 años, murió ayer a manos de su sobrino, que después intentó quitarse la vidaNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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Un hombre de 58 años mató, presuntamente, a su tía de varias puñaladas, y después intentó suicidarse en la calle Rafael Oramas 31, ubicada en Casablanca I, barrio de Las Palmas de Gran Canaria.
Según las primeras pesquisas realizadas por el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, el detenido atacó con un arma blanca a su tía hasta causarle la muerte y, posteriormente, se realizó cortes autolíticos con el mismo instrumento. Los agentes están realizando numerosas diligencias de investigación orientadas a esclarecer los hechos, aunque están a la espera de la evolución del supuesto homicida, que fue trasladado a Urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria. Una vez reciba el alta le será tomada declaración.
En torno a las 11.00 horas de ayer, una empleada del hogar que solía atender a la víctima una vez por semana, según detallan vecinos de la zona, dio el aviso después de encontrarse la fatal escena en la casa.
La víctima, Carmen Correa Arocha, tenía 85 años y era natural del barrio. Los vecinos la recuerdan como una persona «linda y con una sonrisa siempre en la boca». Hace dos años murió su marido y desde ese entonces Meli, como la llamaban los vecinos de forma cariñosa, vivía sola en esta casa ya que no tenía hijos.
El supuesto asesino, un hombre de 58 años y sobrino de la víctima, trabajaba en el aeropuerto en la zona de carga y descarga y hace años tuvo que ser intervenido de las dos rodillas, por lo cual cobraba una paga y estaba incapacitado.
La relación entre ambos, según describen los vecinos era «aparentemente buena». Era casi una relación «de madre e hijo, básicamente ella lo crió a él».
Una vecina relata que hace dos meses la víctima se cayó y desde ese momento «la notaba decaída». Además, añade que «su sobrino se hacía cargo de ella, nunca he escuchado un grito ni una palabra más alta que la otra».
Adonisedec Hernández, otro allegado de la víctima, cuenta que la situación le dejó «con mal cuerpo. La señora era muy buena, aquí la queremos todos». Este lunes, cuando vio la calle llena de ambulancias y policías se «extrañó porque al ser una persona mayor pensaba que le había dado algo». Pero finalmente se enteraron de que había sido otra cosa peor: «Al rato nos enteramos de que había sido su sobrino el que supuestamenta la mató. Todavía me cuesta creerlo. No comprendo cómo alguien puede hacer eso, encima a un familiar».
A su vez, Adonisedec cuenta que «hace unos días la vi con un hombre que creo que es el sobrino, por la edad y demás, pero él la acompaña desde hace una semana o menos, porque antes ella estaba sola».
Por otro lado, un familiar directo de la víctima descarta que el sobrino viviera con ella y comenta que de la víctima se hacían cargo dos asistentas y que su sobrino venía a visitarla.
El presunto asesino se encontraba ayer detenido e ingresado en el Insular, donde estaba siendo tratado de las heridas causadas en su intento de suicidio.
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