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Canarias7 / Madrid
Jueves, 1 de enero 1970
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Tal y como pudo comprobar la Guardia Civil en su investigación, se han encontrado restos de sangre en una manta, además de restos biológicos en el auto de Bernardo Montoya, un vehículo marca Alfa Romeo de color azul.
En cualquier caso, la Benemérita continúa con el registro de la casa de Montoya, quien reconoció a la una de la madrugada que mató a la joven, según fuentes de la investigación. El interrogatorio, lleno de contradicciones, se alargó tres horas, pese a la presencia de su abogado. En ese contexto, explicó que discutió con ella, la golpeó, la metió en el maletero y arrojó su cuerpo en el lugar donde fue encontrado, según señala el diario El Mundo.
En cualquier caso, y durante el interrogatorio, Bernardo alargó los detalles, cubriendo con mentiras su confesión para que el relato de los hechos parecía indicar una muerte «accidental», a pesar de haber reconocido que se encontró con Laura y que forcejeó con ella tras una fuerte discusión.
Sin embargo, la presión de los interrogadores, que han ido haciéndole caer en sus contradicciones, conjugándose con la presentación de algunas evidencias de su relación con el crimen, le ha obligado a confesar a primeras horas de la madrugada.
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