Investigaciones desvelan que el pesquero marroquí encallado en Lanzarote era una patera con cinco migrantes a bordo
Los ocupantes, cuatro adultos y un menor, fueron rescatados en Órzola tras varios días sin comer | Cerradas las playas de Caletón Blanco y El Charco de La Condesa por vertidos contaminantes
El pesquero que encalló en la madrugada de este martes en el norte de Lanzarote es, según los primeros indicios, una embarcación utilizada como patera para llegar de forma irregular a Canarias. A bordo viajaban cinco hombres de nacionalidad marroquí —cuatro adultos y un menor—, que fueron rescatados por los bomberos en la zona de Órzola conocida como el Charco de La Condesa.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Canarias confirmaron que los rescatados han sido interrogados por agentes de la Comisaría de Arrecife. En paralelo, la Guardia Civil mantiene abierta una investigación para determinar el origen del barco y su propiedad, mientras se recopilan los testimonios de los ocupantes.
La embarcación, un atunero de unos 15 metros de eslora con bandera marroquí, quedó varada en una baja rocosa y posteriormente se incendió tras el rescate de sus tripulantes. Según relataron los propios migrantes a los bomberos, llevaban cinco días sin comer, un hecho que, junto a su estado de debilidad y las circunstancias del varamiento, reforzó la sospecha de que no se trataba de un accidente de pesca. Según informó Evelia García, teniente de alcalde de Haría, dos de los cinco tripulantes fueron trasladados al Hospital General y se encuentran fuera de peligro.
Para subsanar el derrame de petróleo generado en la zona, el Cabildo de Lanzarote activó el Plan de Emergencias Insular en modo preemergencia ante la contaminación marina. Tal y como se detalla en el documento, las condiciones del buque y de la zona de encallamiento pueden suponer un riesgo grave e inminente para la biodiversidad marina, la salud pública y las actividades económicas costeras, incluyendo pesca y turismo.
El Ayuntamiento de Haría anunció este miércoles el cierre de las playas de Caletón Blanco y El Charco de La Condesa debido a los vertidos contaminantes procedentes del atunero encallado. La prohibición se mantendrá hasta nuevo aviso, una vez que las autoridades sanitarias garanticen la salubridad de la zona. Desde el Consistorio se pide a la ciudadanía que evite la proximidad a las áreas afectadas y que respete la señalética provisional instalada.
Una vez activado el PEIN en modo preemergencia, el Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote continúa llevando a cabo todos los trámites necesarios para tratar de, cuanto antes, retirar la embarcación de la bahía de Órzola. Con este documento en vigor, se pretende proteger en todo momento la biodiversidad y el ecosistema de la costa del norte de la isla.
«Nunca nos había sucedido algo así: que un barco encalle y se incendie», declaró Domingo Rodríguez, uno de los bomberos que han participado en las labores de rescate y en la contención del vertido.
«El mar en esta época viene con bastante fuerza, así que va a batir bastante sobre la parte de estribor del barco y va a seguir rompiendo y desplazando material. Tenemos ahora mismo material absorbente, para ver si podemos absorber todo ese combustible«, explicó.
Respecto a la retirada de los restos de la zona, la teniente de alcalde Haría informó que la intención es sacarlo por tierra debido a que el casco ya no está íntegro. «Vamos a valorar la posibilidad de retirar los restos de la zona. Llevarlo por mar es inviable porque se hundiría, pero tenemos que tener muy en consideración que esta zona tiene tres tipos de protección».
Aunque no es habitual que se utilicen pesqueros en la Ruta Canaria, sí existen precedentes. El pasado 18 de junio, catorce tripulantes de otro barco marroquí —entre ellos un menor— llegaron al puerto de Arrecife, donde solicitaron asilo político.
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