Desmantelada en Lanzarote una clínica que actuaba de manera clandestina

La Guardia Civil de Lanzarote detuvo el pasado mes de julio, en el marco de la operación Bayam, a una persona e investigó a otra de edades comprendidas entre 60 y 55 años, como supuestos autores de un delito de homicidio imprudente cometido en una clínica de Costa Teguise. Asímismo se detuvo a otras personas en la misma clínica por intrusismo profesional, revelación de secretos y estafa.

La Guardia Civil tuvo conocimiento en febrero de diferentes supuestos delitos llevados a cabo en el centro sanitario.

Como consecuencia de la investigación y pesquisas recabadas, se detuvo a cinco personas por intrusismo profesional, a una persona por revelación de secretos, a una persona por estafa, y por último a una persona e investigación de otra por supuesto homicidio imprudente, todos ellos trabajadores del centro sanitario.

Tras el análisis de diferente documentación y las manifestaciones de un número elevado de víctimas, así como de testigos, la Guardia Civil de Costa Teguise solicitó la colaboración de otras unidades policiales en territorio nacional.

Los agentes detectaron la existencia de un delito de intrusismo profesional, todo ello tras las tomas de manifestaciones de personal que ejercía su labores profesionales en la clínica, que pusieron de manifiesto que quienes realizaban las labores de personal de la clínica como enfermeras no estaban ni tituladas ni habilitadas para el ejercicio de la misma en el territorio nacional. Algunos trabajadores estaban en posesión de la titulación de auxiliar de clínica y otros de los que ejercían la enfermería carecían de titulación para desarrollar esa actividad, «siendo lo más destacable que todos ellos contaban con la aprobación y el beneplácito para este ejercicio de la enfermería por parte de la Gerencia de la clínica», según detalló la Guardia Civil en un comunicado.

Los agentes de la Guardia Civil detectaron un supuesto delito de estafa, ya que en esta clínica se realizaban intervenciones quirúrgicas que se facturaban de forma irregular, llegando a cobrar por estas intervenciones más del doble de lo que así estaba estipulado, además de realizarlas con un personal que no reunía los requisitos básicos de formación.

Además, se tuvo conocimiento durante la instrucción de que se difundían sin ningún control datos especialmente sensibles a través de una conocida red social de mensajería.

También se comprobó que uno de los implicados acudió a una emergencia sanitaria en un hotel de la localidad de Costa Teguise y activó una ambulancia privada de soporte vital básico para que trasladase a su clínica al paciente, que luego murió, «pudiendo ser una imprudencia por parte del profesional», agregó la Guardia Civil.

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