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Así fue el zarpazo policial a un alijo de cocaína de 103 millones de euros

Así fue el zarpazo policial a un alijo de cocaína de 103 millones de euros

Los trece detenidos por haber desembarcado 2.875 kilos de cocaína en Mogán utilizaron dos lanchas y tres furgonetas para transportar la droga. Uno de los miembros de la banda criminal portaba un fusil de asalto M16 preparado para disparar.

Jueves, 1 de enero 1970

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Era la 1.35 de la madrugada del martes 13 de noviembre cuando un dispositivo policial compuesto por los agentes del grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional, capturaba a 13 miembros de una banda de narcotraficantes que estaban desembarcando en la playa de Medio Almud (Mogán) el mayor alijo de cocaína incautado en tierra en Canarias. 125 fardos de arpillera que contenían 2.875 kilos de droga que, según las autoridades judiciales, tendrían un valor en el mercado de 103.652.375 millones de euros.

Un zarpazo al crimen organizado en las islas y que, en esta ocasión, tenía como actores protagonistas a un grupo de canarios que habían contactado con narcotraficantes de la península para traer al archipiélago este alijo. Por el momento, permanecen en prisión provisional, comunicada y sin fianza, 12 de los 13 encausados, que serán juzgados por un delito contra la salud pública, otro de tenencia ilícita de armas y otro de pertenencia a grupo criminal. Y todo esto ocurrió en nuestras costas, en la madrugada del 13 de noviembre y tras cinco meses de intensa investigación con seguimientos de 24 horas, intervenciones telefónicas, etcétera, que concluyeron con la incautación de la droga y de los que pretendían introducirla en Gran Canaria.

En este procedimiento penal, que está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, figuran en calidad de acusados los trece detenidos, que utilizaron para introducir las casi tres toneladas de cocaína en la playa de Medio Almud dos embarcaciones semirígidas, tres furgonetas de grandes dimensiones y un turismo. Además, los agentes de la Udyco intervinieron a los traficantes, la mayoría de ellos canarios, un fusil de asalto M16 del calibre 5,56, una pistola del calibre 9 corto y otra de aire comprimido, lo que da a entender la peligrosidad de esta auténtica banda de crimen organizado.

Investigación.

Las pesquisas se iniciaron en junio de este año, cuando dos hermanos vecinos de la capital grancanaria que se dedicaban al tráfico de droga utilizando buques de transporte regular, quisieron dar un paso más en su presunta actividad delictiva contactando con el narco que les suministraba la mercancía desde Huelva para transportar un alijo histórico a nuestra costa. Desde junio, los hermanos comenzaron a establecer contactos con el andaluz, tanto en tierras peninsulares –se vieron varias veces en Madrid– como en Gran Canaria, puesto que el supuesto narco viajó en varias ocasiones a la isla antes del día del desembarco de la droga para preparar la operación. Los cabecillas, aparte del contacto de Huelva, también utilizaron a conocidos de la isla con los que ya presuntamente se dedicaban al narcotráfico, además de otro miembro activo de la banda apodado el madrileño. Todos ayudaron a los preparativos del desembarco.

Compraron dos lanchas, numerosos teléfonos móviles que usaban como números de seguridad, alquilaron furgonetas y turismos y reunieron un grupo de peones –tres de ellos llegados desde la península–, que movieron y utilizaron a su antojo para labores de logística y apoyo en el desembarco de la droga cuando llegara a la costa. Incluso, un día antes del desembarco, realizaron un ensayo para que nada quedara a la improvisación con las dos lanchas que habían adquirido y que estaban atracadas, una en el muelle de Puerto Rico y otra en Mogán.

Tras meses de preparativos, llegó el día D para los presuntos miembros de esta banda, que ignorantes de que estaban siendo objeto de una minuciosa investigación policial, comenzaron la operación desde las 17.45 horas del día 12 de noviembre. Cinco de los miembros de la banda salieron desde el apartahotel Bahía Blanca. La lancha que estaba en Mogán zarpó a las 23.30 con dos ocupantes y la de Puerto Rico hizo lo propio 15 minutos más tarde con tres navegantes –entre ellos el onubense–.

A las 00.40 llegó una comitiva de furgones y una moto a la playa de Medio Almud y empezaron a descargar la droga a la 1.30 de la madrugada con la primera lancha, mientras que minutos después llegó la segunda. Fue en ese momento cuando los agentes procedieron a detener a todos los presuntos narcotraficantes.

Huyeron pero fueron detenidos.

Tras el segundo desembarco, los agentes de la Udyco entraron en la playa y detuvieron a los miembros de la banda que pudieron y entre ellos estaban los dos hermanos y supuestos cerebros. Los ocupantes de la primera lancha se dieron a la fuga navegando a alta velocidad hasta la playa de Los Frailes, aunque fueron capturados por la policía a las 7.40 de esa misma madrugada cuando regresaban en taxi hasta el complejo donde se alojaban en San Agustín. Entre ellos estaba el onubense.

Cinco meses de intensa investigación.

Desde junio. Traían droga en ferrys.

Las pesquisas se iniciaron a raíz de la detención en el Puerto de Las Palmas de un empleado de una naviera que traía casi tres kilos de cocaína en el ferry donde trabajaba. Esa operación fue la que puso a la policía sobre la pista de una pareja de hermanos que eran los presuntos cabecillas de la red que traficaba posteriormente con esa sustancia en Gran Canaria.

Aparece el onubense. Primeros contactos.

El día 9 de julio, los hermanos se reúnen con el que les suministra la droga desde Huelva y otra persona que colabora con ellos. A raíz de ese encuentro, uno de los dos cabecillas adquiere una lancha neumática y gestiona con urgencia su atraque y puesta a punto.

Preparativos. Ponen todo a punto.

Desde ese primer contacto, los presuntos cabecillas comienzan a preparar el golpe. En esta fase participan el varón que les hace las labores de recaudación de dinero, además de otros miembros de la presunta banda que colaboran con los hermanos y el contacto de Huelva. Varias de las reuniones las llevan a cabo en el restaurante La Cucharita, de la capital grancanaria.

Llegada de ‘refuerzos’. Desde la península.

Ya en noviembre llega a la isla procedente de Madrid un varón con la cabeza afeitada y barba que es llevado a una casa donde están los hermanos y el onubense. Él es uno de los que pilota una de las lanchas la noche del desembarco. También aterrizan desde Sevilla tres individuos más del entorno del onubense.

Ensayo general. Pruebas con las lanchas.

Los miembros de la presunta banda recorrieron varias veces el trayecto que unen sus puertos de salida con Medio Almud para practicar el desembarco. El 12 de noviembre zarparon desde los muelles de Puerto Rico y Mogán para desplazarse a alta mar, donde recogerían la mercancía para desembarcarla en la playa, antes de ser capturados.

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