Un varón con un hijo con una enfermedad respiratoria de riesgo, una mujer que no acredita domicilio fijo donde poder cuidar a su vástago y un enfermero que trabaja con personas que han dado positivo por Covid-19 son las tres personas que se verán perjudicadas por las decisiones judiciales y no podrán tener contacto físico con sus hijos, por el superior interés del menor y la preservación de su salud.
No obstante, los mismos autos que suspenden las visitas obligan a los progenitores que se quedan con los hijos a que faciliten el contacto de éstos con la otra parte a través de medios telemáticos como skype, facetime o videollamadas de whatsapp.